Bajo derechos de autor
Lestat de Lioncourt
La muerte comenzó a danzar
mucho antes de tener zapatos.
La verdad comenzó a llorar
antes de ser pronunciada por mis
labios.
Los ángeles dejaron de rezar
antes que Dios nos diese la espalda.
La tristeza comenzó a morar
antes que la alegría se marchase.
No intentes continuar con el poema,
no intentes siquiera comprender.
Sólo siente la lamentable condena
de estar muerto en vida y morir sin fe.
En esta casa, bajo sus cimientos,
hay una historia que no se cuenta.
Hay lamentos que no son callados
y hay escaleras para los que regresan.
En este jardín, bajo sus árboles,
hay un par de jóvenes muertos.
Flores aromáticas más suaves
que las carnes que se van pudriendo.
No intentes continuar con el poema,
no intentes siquiera comprender.
Sólo siente la lamentable condena
de estar muerto en vida y morir sin fe.
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