Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 1 de abril de 2017

Tabúes rotos.

Petronia quería publicar esto el 31 de Marzo, Día de la visibilidad Transexual, pero no ha podido ser. Hoy lo haremos. 

Lestat de Lioncourt 



Miré la fecha en el calendario una y otra vez. Sabía lo que hacía. Comprendía bien que estaba desquebrajando mi mente para aceptar que una vez más debía ser visible de algún modo, ¿pero alguna vez fui invisible? Supongo que quise serlo, pero no pude. La sociedad siempre imposibilitó que estuviese en las sombras acomodada, acompañada con mis propios miedos convertidos en demonio y diciéndome a mí misma que podía superarlo.

A veces me siento más cómodo actuando como se supone que debe hacerlo un hombre, pero amo demasiado ir de un género a otro. Mis genitales quedaron en la intersexualidad. Poseo pechos, pero tengo ambos genitales. Mi cuerpo no tiene demasiadas curvas y tampoco me interesan más. Creo que tienen las justas. Unas veces visto más sobrio, otras me coloco colores llamativos e incluso vestidos. Soy algo violento al hablar, muy masculino a la hora de mirar, pero después algo en mí se rompe y saca a la luz la mujer que también soy.

He vivido denegando el género. Es decir, no he usado ni uno ni otro o ambos a la vez. No es una locura, simplemente quedé en la mitad y terminé aceptándome tal como soy. Soy feliz, soy alguien respetado por mi comunidad artística y por el hombre que me ama. ¿Necesito más? Tal vez sí. Necesito que dejen de señalarme. Necesito que dejen de burlarse. Necesito que los doctores dejen de calificarlos como enfermos y de aplaudir ideas retrógradas. Habrá hombres transexuales que jamás acepten la testosterona extra en su cuerpo, esa que se coloca con geles o inyecciones, y habrá mujeres transexuales que jamás usen una gota de maquillaje o nunca cambien sus genitales porque los han amado. Qué más da.

Sin embargo, ahí estoy. Estoy frente a la fecha y noto como Arion me observa. Estoy sin un trozo de tela y me digo que soy una criatura hermosa. He luchado por seguir en pie cuando me han querido aplastar. Ahora les toca a otros seguir librando batallas. La sociedad debe aceptar que cada quien es como es y no hay que imponer estigmas, mentiras biológicas o falsos dioses que hablan de vírgenes que conciben hijos a través de palomas.


Hay que amarse más, respetarse más, desearse más y olvidarse de tabúes. Mi nombre es Petronia, mi género ya no lo sé ni me importa realmente, y mi sexo es una mezcla maravillosa. Amo a un hombre, lo amo con la devoción que muchos tienen a dioses y santos, porque me ha sostenido en los peores momentos. Su color de piel jamás me asustó, a él no le asustó lo diferente que puedo ser cuando la ropa cae al suelo y sus manos recorren mi cuerpo.  

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt