Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

jueves, 3 de diciembre de 2009

Dark City - capitulo 12 - El ojo del huracán (V)


-Yue le hizo creer que eran actuales, teniendo en cuenta que la fecha que aparecía era cuando Olivier y yo ya estábamos saliendo. Claro que ese maldito hijo de puta lo puso todo a su favor y ya sabes como son los franceses.-al decir aquello reí bajo, aunque no debí hacerlo.

-Temperamentales, muy temperamentales.-respondí apoyándome de espaldas a la barra.

-Pues sí, bastante.-mecía suave al pequeño mientras me miraba fijamente a los ojos.-Me dejó y por el camino tuve arañazos por bofetadas, además de empujones e insultos en todos los idiomas posibles. Hero estuvo prácticamente de mensajero para que entrara en razón, fue ese día que decidí quedar con él para comprarle algunos materiales.

-Sí, recuerdo que me llamó emocionado cuando lo hiciste.-seguía observándole sin perder ni un detalle.

-Fue horrible, pensé que todo se iba al demonio y al final conseguí que me creyera. Ahora es distinto, no ha mentido nadie y he sido cruel con mis palabras.-el niño se movió inquieto en sus brazos y él sonrió leve.-Me doy cuenta que mi hijo es lo que tengo, lo que voy a tener siempre, y pase lo que pase voy a estar a su lado.

-Hizaki debes buscarlo y pedir disculpas por todo lo que hayas dicho.-respondí de forma coherente.-No sé que puede pasarle a él por la cabeza, tampoco quiero darle toda la razón, pero hay momentos en la vida que los miedos nos engullen y hace que nos comportemos de forma extraña. Tienes que madurar Hizaki, debes madurar en ese sentido.-comenté y él sonrió de lado.

-¿Crees que no lo sé?-interrogó.-Tiene miedo, aunque lo niegue.

-¿A qué?-pregunté confuso.

-Brandon, su ex, le golpeaba por cualquier cosa y hacía que se sintiera humillado. Él lo amaba tanto que se lo permitía todo, hasta que mamá se puso por medio junto a su amigo Trevor.-frunció el ceño y se mordió el labio inferior.-Te juro que si pudiera mataba a ese tipejo, no dejaría nada de él.

-Comprendo como debes sentirte, he visto la misma furia en los ojos de Kamijo y también en los míos. Es doloroso saber que alguien que amamos lo ha pasado mal y tiene en su piel la marca del dolor.-mi madre había padecido tanto que aún al recordar los golpes de mi padre me tensaba, sin olvidar la antigua pareja de Megumi.

-Papá te juro que lo mataré, si algún día llego a tenerlo frente a mí lo mataré.-era una sentencia de muerte que parecía el eco de mi voz.

-No, no te manches las manos por alguien que no merece la pena.-sus ojos no mermaban en furia.-Lo digo por ese tal Brandon, no por Olivier.

-Es quien causa todos sus miedos, quien le da tantas preocupaciones.-suspiré al escuchar aquello.-Papá, en serio, lo único que quiero es vengarme de ese inútil.

-Tú no tienes que vengarte de nadie ¿me oyes? No cometas los mismos errores que yo he cometido, no lo hagas, te prohibo que caigas en el juego de un miserable.-mi hijo quedó entre asustado y abrumado.

-¿A quién has matado?-preguntó.-Si es al hermano de Taylor Swan es normal, fue en defensa propia.

-No, no sólo a él.-quería sincerarme con mi hijo, luego que él hiciera lo que quisiera.-Maté al hombre con el cual se casó Megumi, gracias a Kamijo.

-¿Kamijo?-para él, como para todos, Kamijo era un hombre dulce y sensible.

-Kamijo mató con sus discípulos, por así decirlo, al antiguo esposo de Megumi y también lo ha hecho con el de Jasmine. No sólo con ellos, supongo que es a lo que se dedica. No es alguien limpio y puro, pero sí sabe de honor y lealtad.-puse mis manos sobre sus hombros.-Kamijo no sólo te busca a la persona a la que deseas golpear, él le pone una bala en la sien.

-Algo así imaginaba.-respondió intentando ordenar sus ideas.-Sabía que esa imagen tan sofisticada ocultaba algo más, no podía ser un muñeco perfecto y menos viviendo en esta ciudad.

-Así es.-no me atrevía a mirarlo a los ojos.-No debes decirle que lo sabes, no debes.

-Ya lo sé, pero tú también deberías de morderle la lengua respecto a tus crímenes.-comentó.-Los acepto, acepto el porqué lo hiciste, sin embargo no dejan de ser personas.

-Tú hablabas de matar a un tal Brandon.-repliqué.

-A golpes, una pelea de iguales, y quedar con la satisfacción de haber acribillado a patadas a un desgraciado. Así tendría la muerte que se merece, no que ese maldito morirá de viejo en su cama con sábanas de firma parisina.-le odiaba, no se daba cuenta que el odio lo iba a consumir.

-Él no tuvo la culpa de vuestra discusión.-comenté.-Tú mismo lo dijiste.

-Sí, así es.-aceptó que no debía tenerle ojeriza a Brandon por su última discusión.-Pero él ha sido el causante del dolor de Olivier.

Entendía sus razones, su dolor, su rabia y también que deseara verlo en un hermoso ataúd negro camino a su nicho en el cementerio. Sin embargo, también sabía que la venganza no traía nada bueno. No quería que tuviera un pasado oscuro como yo, él no. Me procuraría que él saliera distinto, que no fuera un maldito imbécil como todos los de nuestra saga familiar.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt