Tentar a la muerte puede ser
extremadamente divertido en un primer momento, pero luego te das
cuenta que has cometido una locura que podría tener peligrosas
consecuencias. Creo que a veces no mido siquiera la repercusión que
acabará teniendo todo lo que hago o digo. Sólo pienso en vivir el
momento, disfrutar de cada segundo, y después vienen las lágrimas.
Supongo que debería cambiar, pero sé que es imposible enseñarle
trucos nuevos a un perro viejo.
Fue increíblemente sencillo convencer
a un puñado de chicos para formar parte de su subcultura, grupo y
alianza. Una alianza amistosa donde todos desempeñábamos una labor.
Supongo que yo era el endiabladamente optimista y loco, pues me creía
un vampiro. Para ellos los vampiros eran un mito, una leyenda urbana,
algo que había visto mil veces en cine y televisión. Por supuesto,
claro está, también era obras literarias que leían
desesperadamente en busca de inspiración. Yo sólo era un chico
rico, atractivo, con un sueño similar al suyo que era triunfar y un
tanto loco. Nada más.
Creo que si al final desperté ansioso
fue por el rock. Llevaba meses escuchando ese sonido estridente,
absolutamente salvaje, a pocos metros del lugar donde había decidido
enterrarme. Cuando un vampiro hace algo así debe saber que se
quedará sin energía, que surgir de la tierra le costará semanas o
meses, y que deberá alimentarse de animales pequeños, como
roedores, en su ascensión a la superficie.
Cuando me liberé de ese encierro, al
cual había accedido libremente, recorrí el cementerio cercano
alimentándome de los pequeños animales y de los borrachos, así
como algún que otro imbécil, que merodeaba el lugar. Al salir a la
ciudad, con aquellos pestilentes harapos, me di cuenta que todo era
mucho más diferente de lo que podía siquiera averiguar a través de
otros.
Me deslumbraba el neón y me di cuenta
que era difícil ver las estrellas. El cielo nocturno se había
quedado sin una de sus hermosas luces debido a la contaminación
lumínica. El ruido cada vez era más ensordecedor, así que tampoco
se podía descansar. Los humanos recorrían el mundo a oscuras, cada
vez más, y se divertían en pubs hasta el amanecer. Si bien, no supe
de los tugurios para vampiros hasta meses después. Así de
desconectado estaba.
Supongo que lo mejor de todo fue hacer
los videoclips, las cartas de los fans, el sentir los focos en el
escenario y ver a Louis. Sobre todo ver a Louis. Jamás pensé que
podía verse tan hermoso con unos pantalones simples y una camisa
cualquiera. Amaba contemplar sus ojos esmeraldas con esa chispa que
había olvidado. En mis sueños lo había idealizado, pero faltaba
esa llama que siempre posee. Tiene una pasión similar a la
desesperación y dolor que carga. Es terriblemente hermoso.
Bueno, recordar los viejos tiempos es
increíble. Sobre todo porque en mis recuerdos el concierto fue
fabuloso, incluso teniendo un final tan poco predecible. Uno imagina
que te ovacionarán y arrojarán ropa interior, pero no que Akasha,
la fuente de todo nuestro poder, interrumpirá para destruirnos a
casi todos. Hace más de veinte años de esto. ¿Por qué lo
rememoro? Porque supongo que esta fue el mayor desastre que he
provocado, ya que los demás han tenido menores consecuencias en
otros. ¡Ja! ¡Hasta hace unos años! Pero... ¿por qué no lo
rememoráis conmigo? Últimamente estoy recordando... por ahora, ¿qué
tal mi actuación? Yo digo que era digna de Bon Jovi en sus mejores
tiempos, pero con una voz similar a la de Morrison. ¡Y no estoy
exagerando!
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