Lestat de Lioncourt
Todo es inmoral. Todo es pecado. Todo.
Incluso respirar podría ser considerado algo en contra de Dios.
Siento que la iglesia ha tomado un poder cuestionable y ha enlutado
la razón. Siempre han existido religiones, pero se ha avanzado. La
antigua Grecia o el antiguo Egipto poseían politeísmo, así como
otros países asiáticos donde algunos rituales y ceremonias
ancestrales siguen ocurriendo mientras el progreso avanza. Pero
Europa, conquistada por la religión cristiana, se volvió un pozo
infecto donde los viejos manuscritos ardían, las mujeres eran
tratadas peor que al ganado y se promovía los pecados dentro de la
matriz del Vaticano mientras al pueblo llano se les engañaba con
bulas, terribles sentencias de hoguera o tortura.
Recuerdo esto con gran asombro cuando
se señala hoy en día a la religión musulmana como dictadora de
crímenes y ejecutora de guerras. Fue la iglesia cristiana católica
quienes enfundaron a sus sacerdotes de guerreros y los desplegaron
con la Orden del Temple. La misma iglesia racista que partió a
África a secuestrar hombres y mujeres jóvenes, así como a niños,
para enviarlos a las nuevas tierras, así como a los viejos
territorios ocupados por señores medievales, para que sirvieran. La
misma que fue a la India a condenar a todos, así como a otras zonas
de Asia. El adoctrinamiento fue duro para los nativos americanos que
incluso fueron despojados de sus riquezas para colocarlos en los
huesos de supuestos santos, iglesias pomposas, monasterios y la
comida de los más ricos. El pueblo llano, sin importar sus orígenes,
pasaba penurias y estaba siempre bajo el yugo de las creencias que
ellos impartían.
En la propia Biblia habla que el pecado
de Eva se condena mucho más que el pecado de Adán, pues a él
prácticamente se le libera de toda culpa. Del mismo modo que ellas
son impuras desde el nacimiento y les toca sufrir la condena de ser
vasallas de los hombres. Son sólo herramientas para parir y servir.
El velo musulmán está mal visto, pero
si una monja cubre su cabello y su cuerpo del mismo modo es algo
natural. La homosexualidad y la transexualidad son parte de la
naturaleza, pues su supuesto Dios creó flora y fauna hermafrodita o
que cambiaban de género a conveniencia, así como se ha dado muestra
de homosexualidad en más de cien especies distintas. Si bien, ellos
tachan de antinaturales, de abominaciones y pecadores. Del mismo modo
que lo hacían con las matemáticas que están implícitas incluso en
las flores y sus pétalos. La ciencia, como la medicina, es pecado a
sus ojos y sigue siéndolo en muchos de sus conceptos.
Ciegos y sordos, vacíos y llenos de
pecados a la vez, caminan estos hombres de fe y yo formé parte de
esta locura. Si escribo estas líneas es porque necesito desahogarme
y despojarme de tanta miseria. Pandora, amiga mía, sé que tú me
entenderás. Eres una mujer de razonamiento exacerbado y fuerza.
Ayúdame. Dejé la fe porque me pregunté demasiado y me di cuenta de
mi estupidez, aún así mis creencias eran hacia Satanás que es el
opuesto. Tanto un Dios como otro son terribles. Pero, ¿qué hay de
Lucifer? Creo que él me representa en estos momentos aunque no
exista, aunque me jures que no es más que una vieja patraña, porque
querida mía se hizo cuestiones innegables y Dios lo castigó por
ello.
Estoy llorando en mitad de una iglesia
al ver tanta incoherencia, al comprobar que un sacerdote ha echado
del templo a un desarrapado mientras vende imágenes de su Dios en un
pequeño trozo de cartón. ¿No fue Jesús quién echó a los
mercaderes del templo? ¿Quién echa a estos opulentos desgraciados
que incluso tienen horas en televisión para el adoctrinamiento y la
perversión de los más inocentes? ¿Quién salvará al hombre de la
religión? Me siento perdido. Si escribo esto, como te digo, es
porque me siento terriblemente angustiado.
Deseo ser libre, pero no puedo. Veo
tanta injusticia...
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