Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

lunes, 5 de julio de 2010

Dark City - Capitulo 17 - Ironías del destino L


Fue un brindis que recuerdo porque era el primero en el cual todos aquellos a los que apreciaba, de un modo u otro, estaban allí, incluso personas a las que no conocía demasiado y me parecían interesantes, y eso era lo especial y por lo que realmente yo hubiera brindado.

Max estaba aferrado a Yutaka, aunque su mirada no era de agresividad sino más bien como la de un perro abandonado en busca de unas palabras amables. Phoenix se sentía algo incómodo, aunque sabía bien que en el fondo perdonaba a Yutaka porque él no había tenido la culpa sino yo. Así que no fue una cena tensa, sino una cena amena.

Hizaki no pudo estar presente porque se marchó con Clarissa y Olivier, lo comprendí. Él quería darle también su lugar a mi ex y a su pareja, era un deber y un derecho. Hero también se marchó con él, pero Seth se marchó directo a casa porque según él estaba demasiado cansado.

Cuando llegamos a casa estábamos agotados. Yo sólo quería aferrarme a mi almohada. Phoenix reía bajo al ver como iba gruñendo en cada movimiento. Terminé recostado en la cama con la ropa puesta, sólo me saqué los zapatos. Él se tumbó junto a mí mordisqueando mi cuello sin dejar de acariciar mi pecho y rostro.

-Atsushi Sakurai tu voz es la más sexy que he podido escuchar.-susurró antes de besar mis labios.-Atsushi Sakurai quiero que mañana me hagas el amor todo el día.-dijo abrazándome.-Podemos dejar al niño de nuevo con Lionel y hacerlo todo el día.

-No.-dije serio.-Suena tentador pero no. Mi hijo está en casa de ese imbécil de Taylor, no me siento cómodo con que esté al lado de ese insecto.-él rió bajo cuando escuchó que empezaba a protestar.

-Atsushi Sakurai, yo tu esposo te pido que me des sexo durante un día y tu respuesta no me satisface. ¿Te estás volviendo viejo?-giré mi rostro hacia él mientras tan sólo sonreía encantado, sabía bien que reaccionaría como un adolescente.

Esa técnica no era nueva. Imai siempre la usaba para convencerme para beber más y más con él. Así que sólo le besé cayendo sobre Phoenix, observándolo como si fuera la primera vez.

-Yo Atsushi Sakurai estará conforme con eso si el niño queda a cuidado de Hizaki.-dije serio y él acarició mi rostro asintiendo.-Entonces sí.

-¿No tendrás que irte?-interrogó con sus manos sobre mis mejillas.-A ensayo, aunque mañana no hay obra, sino ya al día siguiente durante dos semanas sin descanso.

-No, no tendré. Mañana lo tomamos para tomar un respiro, un pequeño descanso, para los días que seguirán hasta agotarnos.-besé sus labios abrazándome a él.- ¿Y tú? ¿No tienes que preparar ese programa tuyo?

-No, ya está todo listo para el estreno. No tendré que pasar por el plató hasta dentro de tres días.-bajó una de sus manos hasta mi cinturón desabrochándolo y sacándolo.- ¿Quieres que haga algo para que duermas completamente relajado hoy?-preguntó antes de morder de nuevo mi cuello.- ¿Quieres?-dijo con sus labios pegados a una de mis orejas, mientras su mano bajaba la cremallera de mi bragueta.

-Gatito.-mascullé tomando su mano para meterla dentro de mi pantalón.-Déjame relajado.

Me recosté en la cama acomodando mi almohada, además de mis manos tras la nuca, y él desabrochó mi camisa para acariciar mi pecho. Empezó su masaje especial, un masaje que siempre me dejaba satisfecho. Cuando se cansó de acariciar y besar mi torso lo hizo en mi pelvis y luego con mi sexo. Una de mis manos fue a su cabeza ayudándole. Nada más sentir como acababa él se acurrucó sobre mi cuerpo mientras yo lo abrazaba.

-Te amo Atsushi, estoy muy orgulloso de ti.-dijo cuando notó mis labios sobre su frente.-Mucho y siempre.

-Yo también.-respondí con los ojos cerrados, dejándome llevar por el cansancio.

Las semanas siguientes fueron de ensayos para mejorar lo ya hecho, si era posible, y las representaciones. Eran ensayos de dos horas, a veces de casi tres, pero nada comparado con lo que vivimos días atrás. El secretario de Kamijo siempre revoloteaba por allí con limonadas, zumos, cervezas bien frías y bocadillos. Podías verlo moverse pro entre las filas de butacas de un lado a otro, corría como si fuera un muñeco de anime y la verdad es que me recordaba a cierta persona que tenía a mi lado.

-¡No seas crío!-exclamó Hide al percatarse que Yutaka intentaba hacerle moñas en el pelo mientras descansaba unos minutos.

-¡No lo soy!-reprochó con los ojos a punto del llanto.-Sólo quería ver si te quedaban bien.

Indudablemente aquellos dos eran muy parecidos, puesto que veía las mismas absurdas discusiones con Kamijo cuando él intentaba molestarlo. Yoshiki a veces estaba allí leyendo revistas de moda, música y play boys. Jamás pensé que un hombre como él le gustaran ese tipo de mujeres, más bien creía que las mujeres no eran su tipo. Kamijo intentaba que Jasmine no viera las revistas, ni que nosotros observáramos las ojeadas que daba a ciertas portadas.

-¡Kamijo te gustan tetudas! ¡Pobre Jasmine tendrá que ponerse dos globos aerostáticos!-exclamó Teru y él se giró afilando su mirada, realmente se había molestado.

Estábamos a pocos metros de ellos, podíamos escuchar y ver claramente lo que sucedía. Yoshiki se reía a carcajadas antes que Kurou, su pareja, tomara la revista y la hiciera cachitos frente a su cara.

-¿Qué dices?-intentaba disimular, aunque era evidente que le atraían las europeas con ciertas tallas voluminosas.

-Nada, nada.-movió su cabeza e hizo agitar sus cabellos, eso hizo a su vez que cayeran sobre su frente.-Yo sólo digo la pura verdad.-dijo negando con su cabeza y él comenzó a golpearle la frente.

-Que te quede claro.-decía señalándolo con el dedo, golpeándolo leve.-Yo no soy como Yoshiki.

-Obvio, tú eres peor.-dijo en respuesta el que consideraba su hermano.-Aunque peor que tú es Yuki, ese hombre es nefasto. Creo que por culpa de vosotros dos he terminado como he terminado, bueno Mario también tiene parte de culpa ¿no crees?-preguntó antes de abrazarse a Kurou.-¡Oh! ¡Kurou-kun! ¡Sálvame! ¡Sálvame te digo! ¡Sálvame de las malvadas garras de estos hombres de instintos bajos y salvajes!

-Como si tú fueras inocente, sobretodo cuando me atas y prácticamente violas la primera vez.-cuando dijo eso se hizo un silencio intenso, sobretodo por él. Su rostro se volvió de un color intenso, sus piernas temblaron, y tanto Kamijo como Teru terminaron destornillándose de la risa.

-Y luego dices de nosotros Hide, somos santos frente a estos.-chistó Imai.

-¿Ah sí?-preguntó Anii.-Mejor me callo, porque lo tuyo no tiene nombre.

-Pero bien que te gusta, te gusta.-dijo Yutaka codeándolo.

Y las discusiones como bromas iban y venían, era un ambiente desenfadado y eso me hacía sentirme aún más libre. Ser como era, no otra cosa, era lo que me daba la capacidad para seguir componiendo mientras realizábamos pequeños recesos. Era y es la magia y la belleza de la amistad, puesto que cuando uno tiene buenos amigos y estos son felices la felicidad se repercute en ti y sientes que todo es posible… incluso alcanzar la cima de todo tu potencial.

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt