El tv show que se retransmitiría en
diferido para los habitantes de la mansión, así como para todos los
curiosos que se aproximaban día a día, había sido realizado en el
más puro secretismo noches atrás. David había pedido que
estuviesen a su servicio algunos de los empleados más cualificados
en tecnología, fuesen de confianza y no hicieran correr la voz de
aquel encuentro. El lugar donde se había grabado era sin duda una de
las habitaciones de la mansión, la cual era completamente
reconocible debido al mobiliario típico de Inglaterra, el servicio
de té en la mesa auxiliar compuesto por una tetera de plata, jarra
con leche fría y unas tazas de porcelana fina muy elegantes, así
como las cortinas que él compró para tal evento. Eran gruesas,
pesadas, color burdeos similar a la moqueta que reinaba en la
habitación.
El vampiro se había acicalado como si
fuese a encontrarse con un alto ejecutivo, presidente de la nación o
con alguien tan importante que el mundo entero se asombrara por
completo al verlo a su lado. Y en definitiva, así era. Estaba
vestido con un traje azul marino oscuro, de corte clásico y tela no
muy gruesa acompañado por una camisa blanca de algodón y una
hermosa corbata en tono celeste. El visitante que estaba frente a él
no lo inquietaba, pero sus ojos hablaban de una curiosidad demasiado
aplastante.
-Bienvenidos- dijo mirando a la cámara
con una sonrisa gentil mientras acomodaba los numerosos folios de
preguntas que él mismo había redactado-. Ésta es mi primera
entrevista concedida mediante un medio moderno, en un formato similar
al que suelen emplearse con ciertos políticos y para un público más
diverso- comentó con una leve sonrisa cruzando de forma masculina
sus piernas-. Tenemos con nosotros a Memnoch para que nos aclare
ciertos puntos de su historia, relaciones con Lestat, forma de ver el
mundo y porque no preguntas que la sociedad actual se hace cada día
-giró levemente su cuerpo y la cámara dejó de enfocarlo tomando
por completo una panorámica más amplia. Memnoch estaba sentado
frente a él dejándose embriagar por el aroma a té que se expandía
por la habitación y que la cámara captaba como un leve humo
proveniente de la tetera-. Ante todo, deseo darle las gracias en mi
nombre y en nombre de todo mi equipo. Todos sabemos que es un hombre
con una agenda ocupada y que quizás hoy tenía cosas más
importantes que hacer. ¿Se encuentra cómodo frente a la cámara,
Memnoch?
-Buenas noches-respondió a su
entrevistador con un suave movimiento, entrecerrando los párpados
unos instantes y sonriendo con naturalidad-. Antes que nada agradezco
la invitación para estar en este espacio y me encuentro complacido,
pues no imaginé una entrevista de éste modo –una amplia sonrisa
se dibujó en su semblante entrelazando con suavidad sus manos,
apoyando éstas sobre sus rodillas esperando atento a cualquier
inquietud de su entrevistador. Lo cierto era que se encontraba en
cierta manera nervioso, pero complacido porque alguien además de
Lestat deseaba escuchar su historia.
-El placer es nuestro, sobre todo de
los espectadores que podrán tener de primera mano sus impresiones-
comentó deslizando sus ojos hacia el papel, eligiendo las preguntas
que haría primero, aunque ya tenían una pauta marcada-. ¿Qué
opina de las representaciones entorno a usted, su desgracia y todo lo
que le rodea habitualmente? Ya sabe, la iconografía del demonio y su
caída en desgracia.
El ser que estaba frente a él sin duda
no era la imagen cruel, de piel rojiza y cuernos con patas de macho
cabrío. Él era un hombre atractivo, de cierta envergadura física,
cabellos algo dorados pero no tanto como los de su buen amigo, lacios
y suaves en apariencia. No desprendía olor a azufre, sino que
parecía estar coronado por ciertas especies de plantas como rosas,
manzanilla, amapolas o romero.
-Supongo que debe ser pesado y hasta
burlesco como lo representan y como realmente es.
Una encantadora sonrisa acompañada de
una suave risa fue la primera respuesta de aquel ser, separando sus
manos y acomodando con suavidad sus cabellos cenizo hacía atrás.
–Es verdad. La figura del macho
cabrío con alas y pezuñas suele ser un tanto impresionante para
algunos. Uno a lo largo de su vida por así llamarlo me he adaptado a
esa idea, en el folclore de muchas culturas. Resulta un tanto
grotesco, sin embargo, es la representación por excelencia de un
diablo al parecer.
David escuchaba con cautela su
respuesta y a la vez daba indicaciones a uno de los empleados
presentes, aunque en segundo plano, que hiciera el servicio de té.
Pronto el “té mil y una noches” dejaba un aroma agradable, casi
como el perfume de una mujer, mientras el joven esperaba si Memnoch
quería tomar, o no, leche fría con su té o simplemente el agua
infusionada.
-¿Cuál es la religión cuyos miembros
les resulta más cautivadores? Hay miles de lenguas, se reza de
infinidad de formas, y estoy seguro que existe una que destaca
-comentó trazando una raya en sus folios, pues la pregunta ya había
sido hecha.
-Religiones –pensó unos instantes
mientras la cámara le enfocaba en un plano corto- a decir verdad
todas las religiones tienen su punto de vista y acciones con las
cuales uno puede ir al infierno. No tengo una en concluso que pueda
escoger. Sin embargo, estás nuevas religiones como la Iglesia de
Dios de los últimos días, se basan en muchos spots televisivos
convenciendo a la gente sobre la encarnación del mal está en todo
lo que nos rodea. Lo cual evoca a mi mente cierto poema que una vez
recite en la página al presentarme. Algunos lo recordaran, otros no,
pero me es bueno recordarlo para la ocasión –carraspeando y
aclarando la garganta sonrió recitando algunos versos de aquel
poema.
La cámara no perdía la expresión de
su cara, todos estaban deseosos de escuchar recitar al demonio.
David, los dos camareros y un joven de apariencia ensimismada que se
ocultaba levemente tras la cámara.
"Helo aquí, con cuernos y pezuña,
los párrocos lo llaman el diablo:
ellos nos dicen que vive en un
sofocante lugar,
donde fantasmas y duendes están de
juerga.
"Dicen que tiene una cola muy
larga,
y lleva un tridente,
y que algunas veces sale de su
sofocante lugar,
para vagar por la tierra.
"Dicen que puede asumir con
facilidad
el aspecto de un brillante ángel,
y entonces, para variar, toma la forma
de un león rugiente en la noche.
"Que tiene poder para actuar y
comportarse como le plazca,
estar en cincuenta lugares al instante;
y que para cumplir sus malignos
designios,
puede ser tan sagaz como un sabio, o
como un zopenco".
Una nueva carcajada broto de sus labios
al terminar aquellas estrofas y volviendo al tema dijo –Sencillamente
me son fascinantes todas. No podría elegir, bueno tal vez si. La
religión católica, ella es la primera por así decirlo.
David no se sorprendía de la
respuesta, pero era una curiosidad latente en todo aquel que había
conocido la narración de Lestat y se había fundido en las páginas
intentando hallar cierto atisbo de verdad en sus palabras.
-¿Cuál es el logro humano que más le
ha llamado la atención a lo largo de los siglos?-era algo superfluo
pero, tras la última pregunta, le parecía que ser más relajado
era necesario.
-Un invento -pensó nuevamente llevado
su vista al infinito- Creo que uno de ellos es la capacidad de
adaptación. Como los seres humanos han logrado conquistar todos los
hábitats, como a lo largo de los siglos han aprendido desde como
frotar dos rocas para producir fuego así como llevarlo en cerillas o
encendedores. Creo que cada uno de los pasos que han seguido hasta
ahora en muchos casos ha sido benéfico pero en otros no. Sin
embargo, no dejo de admirarme.
La destrucción de cientos de pueblos,
el deseo de conquistar otros planetas ensuciando mientras el suyo, la
contaminación espacial, sonora y también de la bioesfera, los
ataques verbales ya no eran suficientes ni las flechas... el mundo
vivía un caos gracias al ser humano, pero también gracias ellos
existía la literatura, la música, el deseo de bailar y miles de
sensaciones que eran tan gratificantes que cuando uno veía a la gran
masa deambulando deseaba conocer a todos y cada uno. Desde que él
era vampiro lo comprendía bien, dejándose arrastrar por las
sensaciones.
-¿Alguna vez amó? De forma pura e
inconsciente. Como lo haría un niño, una mujer joven o un hombre
noble -decían que el demonio no amaba, pero él quería averiguar si
podía mentir en ese asunto.
-Amar… -susurró lentamente
ensombreciendo su semblante durante unos breves instantes- alguna vez
logre amar a un alma pura y bondadosa. Una noble mujer durante los
inicios de la creación, la cual no tuvo el menor temor al observar
aquella discusión entre Dios y yo. Sin embargo, me amo por alguna
extraña razón al igual que yo, lamentablemente su cuerpo se redujo
a polvo y su alma seguramente aun vaga por el sheol. Es algo
lamentable, pero son los designios de nuestro creador y en ellos no
puedo interferir.
-Todos creen que puede hacerlo- dijo
precipitadamente saliendo del cauce inicial de la entrevista-. Todos
afirman que usted es quien maneja las fichas y él simplemente es un
espectador ¿no es así?
-Desafortunadamente no soy quien maneja
los hilos ni fichas en este juego. Mi única función sobre la tierra
es guiar a las almas hacía la redención y sean capaces de llegar a
Dios.
En su voz se notaba cierta amargura así
como preocupación, pues sabía bien que no todas las almas podían
alcanzar aquel estado. Por ello David se sintió extrañamente
atraído hacia sus palabras, inclusive se movió de su silla mientras
notaba como tendían el té al demonio. El aroma agradable de la
bebida se esparcía por toda la habitación recordando sus teorías
en su vida pasada. Cerró los puños y frunció el ceño
concentrándose en recuerdos, para luego alejarse y quedar relajado.
Todo aquello fue tomado en cuenta por las cámaras que seguían las
expresiones de ambos.
-Todos creen que usted es el encargado
de hundirlos en la miseria, no en la salvación. ¿Por qué cree que
piensan así? ¿Tal vez por la ayuda de sus hermanos Rafael, Miguel,
Gabriel, Uriel y tantos otros?- dijo en un tono de voz calmo-. Rafel
cura enfermos y guía en caminos a los peregrinos, Miguel es el héroe
en la guerra que tienen, Gabriel un poderoso mensajero y Uriel, por
ejemplo, participó en la crianza de San Juan Bautista y es la llama
de Dios, la cual guía a los hombres hacia su creador, lo cual le
hace prácticamente usurpar su papel.
-En la epístola católica de San Judas
encontramos un relato que ilumina con luz inesperada las relaciones
entre Satanás y las jerarquías angélicas –lentamente entrelazo
sus manos apoyando los codos en aquel sofá de cuero, adoptando una
postura más relajada- El arcángel Miguel, cuando contendía con el
Diablo y disputaba por el supuesto cuerpo de Moisés, no osó
pronunciar conceptos en términos injuriosos, si no que sencillamente
dijo: ¡Te castigará el señor! -hizo un pequeño inciso mientras
David lo escuchaba sosegado y tan atento que ni pestañeaba-. Miguel
es el vencedor y capitán de los ángeles fieles a Dios, sin embargo
ellos nunca han osado insultarme ni yo a ellos. Vaya, bondad infinita
de lo arcángeles antiguos. Ellos podrían fulminarme con palabras
como si fuese una espada flamígera con la que me hubiesen herido,
sin embargo se contentan con decir solamente el señor te castigará
-en ese instante su interlocutor sonrió comprendiendo a que se
refería- En realidad, y a decir verdad, mi relación con los demás
ángeles y arcángeles después de mi caída no es tan mala como
siempre se ha creído. Al contrario, guardo mucha estima y les ayudo
en lo que me sea posible. Digamos que es como una especie de pacto no
implícito entre nosotros.
-Un pacto informal y respetuoso entre
hermanos, pues no dejan de ser los primeros y más fuertes hijos de
Dios. Ustedes deben incluso echarse de menos cuando no se enfrentan,
examinan fijamente y saben uno del otro. Posiblemente podríamos
definir su relación con sus restantes compañeros, aunque enemigos a
la vez, como una relación tirante entre hermanos que tan sólo
desean meter en razón al contrario ¿es así? ¿o quizás me
equivoco?
-Así es -sonrió seguido de una suave
y gentil risa- Es verdad nos echamos de menos, pero lamentablemente
debido a mis acciones y a ciertos sucesos nos separamos. El cariño y
aprecio siempre estará allá.
-Comprendo- dijo con un leve ademán de
su cabeza mientras buscaba las preguntas que más interesarían a los
compañeros en la mansión Lion-. ¿Realmente creía que Lestat le
seguiría? ¿En realidad era sólo una trampa para que consiguiera el
Velo de Verónica y así salvar almas? Inclusive almas de vampiros,
los cuales estamos condenados indudablemente para los ojos de Dios.
Son preguntas que siempre paladeo cuando recuerdo esa fascinante
historia, el sentimiento extraño que le embargó a Lestat tras
aquellas extrañas e intensas horas. No puedo dejar de pensar que
sólo fue una lección y no un castigo, si bien todos tenemos nuestro
punto de vista y ese sin duda viene de lo narrado por mi creador -su
voz era cálida aunque tenía un timbre frío, como el de cualquier
inglés. Sus ojos se deslizaban por la figura del diablo, el cual
parecía un hombre apuesto que esperaba las preguntas con cierta
emoción y las respondía con una cadencia ciertamente encantadora-.
Por favor, aclárenos esa duda que sin duda a más de uno les ha
llegado. Queremos saber su verdad, que quizás es mucho más certera
que la dada por el que dice ser su víctima.
-Como bien dije hace algún tiempo solo
deseo ser comprendido humanamente por los humanos. Acudí a Lestat
porque desde hacía unos años le he seguido la pista.
Desafortunadamente, las cosas no salieron del modo que yo esperaba e
incluso Dios esperaba. Al parecer, en lugar de conseguir hablar con
él logre solamente traumatizarlo de por vida. Mis intenciones fueron
buenas pues deseaba ser comprendido, la soledad en muchas ocasiones
puede ser más dura de lo que pretendo aparentar sin embargo,
aprendes muchas cosas y tiene sus lados positivos y negativos como
todo. –sonrió con calidez desviando su mirada unos instantes hacía
sus manos, las cuales aún permanecían entrelazadas, continuando
emitiendo antes un breve suspiro- Creo que Lestat no se encontraba
preparado aun para ser capaz de recibir tal información, así como
muchos mortales o inmortales lo estén. Deseo fervientemente algún
día encontrar a ese compañero y sólo el tiempo dirá si será
posible o no.
-Todos buscamos ser comprendidos, en
mayor o menor medida, y no siempre se necesita un compañero en el
estricto sentido de la palabra. Si bien, ¿podría decir que en éstos
momentos Lestat es su compañero? Todos visitamos la mansión Lion,
incluso estuvo viviendo bajo ésta a pesar de las reticencias de
Lestat, por ende ¿cree que puede decir que son amigos o siguen
siendo enemigos irreconciliables?
-Eso el tiempo es el que decidirá,
lamento mi acción al haberle arrancado el ojo. Es por ello que
quiero redimir mi error, pero al parecer Lestat no desea ser mi amigo
más y lo comprendo. Esperaré si la amistad se da nuevamente, si no
me quedaré con aquel recuerdo de caminar con él sobre la tierra
aunque fue por unas breves horas –respondió su inquietud moviendo
con un suave asentimiento sonriendo ampliamente.
-Bien, no deseo retenerlo más tiempo
pero sí rogarle que nos encontremos en otras circunstancias a lo
largo de nuestro camino. Estoy seguro que quedan muchas preguntas en
el tintero, sin embargo opino que lo breve es mejor que lo extenso
-se levantó de su sillón y se aproximó a él tendiéndole la
mano-. Espero que estreche la mano como símbolo de caballerosidad y
también de invitación a mi programa de entrevistas que se inicia
con usted. Ha sido todo un placer conocerlo e intentar comprender el
motivo de sus acciones.
-Al contrario. gracias a ti por
concederme ésta breve platica para ser escuchado una vez más -al
igual que su entrevistador se levanto totalmente complacido por
aquella conversación, estrechando su mano con firmeza- En verdad,
gracias por permitirme estar aquí.
La imagen se fue difuminando mientras
el logotipo del programa con las siglas DB en dorado se hacían más
fuertes. Una música agradable, similar a un vals, sonó con firmeza
y una voz en off anunció la próxima entrevista para la próxima
semana, aunque no desvelaba el entrevistado que tendría el honor de
encontrarse frente al estudioso Talbot.
No hay comentarios:
Publicar un comentario