Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 27 de abril de 2013

Entrevista con el Diablo - Para el Jardín Salvaje


El tv show que se retransmitiría en diferido para los habitantes de la mansión, así como para todos los curiosos que se aproximaban día a día, había sido realizado en el más puro secretismo noches atrás. David había pedido que estuviesen a su servicio algunos de los empleados más cualificados en tecnología, fuesen de confianza y no hicieran correr la voz de aquel encuentro. El lugar donde se había grabado era sin duda una de las habitaciones de la mansión, la cual era completamente reconocible debido al mobiliario típico de Inglaterra, el servicio de té en la mesa auxiliar compuesto por una tetera de plata, jarra con leche fría y unas tazas de porcelana fina muy elegantes, así como las cortinas que él compró para tal evento. Eran gruesas, pesadas, color burdeos similar a la moqueta que reinaba en la habitación.

El vampiro se había acicalado como si fuese a encontrarse con un alto ejecutivo, presidente de la nación o con alguien tan importante que el mundo entero se asombrara por completo al verlo a su lado. Y en definitiva, así era. Estaba vestido con un traje azul marino oscuro, de corte clásico y tela no muy gruesa acompañado por una camisa blanca de algodón y una hermosa corbata en tono celeste. El visitante que estaba frente a él no lo inquietaba, pero sus ojos hablaban de una curiosidad demasiado aplastante.

-Bienvenidos- dijo mirando a la cámara con una sonrisa gentil mientras acomodaba los numerosos folios de preguntas que él mismo había redactado-. Ésta es mi primera entrevista concedida mediante un medio moderno, en un formato similar al que suelen emplearse con ciertos políticos y para un público más diverso- comentó con una leve sonrisa cruzando de forma masculina sus piernas-. Tenemos con nosotros a Memnoch para que nos aclare ciertos puntos de su historia, relaciones con Lestat, forma de ver el mundo y porque no preguntas que la sociedad actual se hace cada día -giró levemente su cuerpo y la cámara dejó de enfocarlo tomando por completo una panorámica más amplia. Memnoch estaba sentado frente a él dejándose embriagar por el aroma a té que se expandía por la habitación y que la cámara captaba como un leve humo proveniente de la tetera-. Ante todo, deseo darle las gracias en mi nombre y en nombre de todo mi equipo. Todos sabemos que es un hombre con una agenda ocupada y que quizás hoy tenía cosas más importantes que hacer. ¿Se encuentra cómodo frente a la cámara, Memnoch?

-Buenas noches-respondió a su entrevistador con un suave movimiento, entrecerrando los párpados unos instantes y sonriendo con naturalidad-. Antes que nada agradezco la invitación para estar en este espacio y me encuentro complacido, pues no imaginé una entrevista de éste modo –una amplia sonrisa se dibujó en su semblante entrelazando con suavidad sus manos, apoyando éstas sobre sus rodillas esperando atento a cualquier inquietud de su entrevistador. Lo cierto era que se encontraba en cierta manera nervioso, pero complacido porque alguien además de Lestat deseaba escuchar su historia.

-El placer es nuestro, sobre todo de los espectadores que podrán tener de primera mano sus impresiones- comentó deslizando sus ojos hacia el papel, eligiendo las preguntas que haría primero, aunque ya tenían una pauta marcada-. ¿Qué opina de las representaciones entorno a usted, su desgracia y todo lo que le rodea habitualmente? Ya sabe, la iconografía del demonio y su caída en desgracia.

El ser que estaba frente a él sin duda no era la imagen cruel, de piel rojiza y cuernos con patas de macho cabrío. Él era un hombre atractivo, de cierta envergadura física, cabellos algo dorados pero no tanto como los de su buen amigo, lacios y suaves en apariencia. No desprendía olor a azufre, sino que parecía estar coronado por ciertas especies de plantas como rosas, manzanilla, amapolas o romero.

-Supongo que debe ser pesado y hasta burlesco como lo representan y como realmente es.

Una encantadora sonrisa acompañada de una suave risa fue la primera respuesta de aquel ser, separando sus manos y acomodando con suavidad sus cabellos cenizo hacía atrás.

–Es verdad. La figura del macho cabrío con alas y pezuñas suele ser un tanto impresionante para algunos. Uno a lo largo de su vida por así llamarlo me he adaptado a esa idea, en el folclore de muchas culturas. Resulta un tanto grotesco, sin embargo, es la representación por excelencia de un diablo al parecer.

David escuchaba con cautela su respuesta y a la vez daba indicaciones a uno de los empleados presentes, aunque en segundo plano, que hiciera el servicio de té. Pronto el “té mil y una noches” dejaba un aroma agradable, casi como el perfume de una mujer, mientras el joven esperaba si Memnoch quería tomar, o no, leche fría con su té o simplemente el agua infusionada.

-¿Cuál es la religión cuyos miembros les resulta más cautivadores? Hay miles de lenguas, se reza de infinidad de formas, y estoy seguro que existe una que destaca -comentó trazando una raya en sus folios, pues la pregunta ya había sido hecha.

-Religiones –pensó unos instantes mientras la cámara le enfocaba en un plano corto- a decir verdad todas las religiones tienen su punto de vista y acciones con las cuales uno puede ir al infierno. No tengo una en concluso que pueda escoger. Sin embargo, estás nuevas religiones como la Iglesia de Dios de los últimos días, se basan en muchos spots televisivos convenciendo a la gente sobre la encarnación del mal está en todo lo que nos rodea. Lo cual evoca a mi mente cierto poema que una vez recite en la página al presentarme. Algunos lo recordaran, otros no, pero me es bueno recordarlo para la ocasión –carraspeando y aclarando la garganta sonrió recitando algunos versos de aquel poema.

La cámara no perdía la expresión de su cara, todos estaban deseosos de escuchar recitar al demonio. David, los dos camareros y un joven de apariencia ensimismada que se ocultaba levemente tras la cámara.

"Helo aquí, con cuernos y pezuña,
los párrocos lo llaman el diablo:
ellos nos dicen que vive en un sofocante lugar,
donde fantasmas y duendes están de juerga.

"Dicen que tiene una cola muy larga,
y lleva un tridente,
y que algunas veces sale de su sofocante lugar,
para vagar por la tierra.

"Dicen que puede asumir con facilidad
el aspecto de un brillante ángel,
y entonces, para variar, toma la forma
de un león rugiente en la noche.

"Que tiene poder para actuar y comportarse como le plazca,
estar en cincuenta lugares al instante;
y que para cumplir sus malignos designios,
puede ser tan sagaz como un sabio, o como un zopenco".

Una nueva carcajada broto de sus labios al terminar aquellas estrofas y volviendo al tema dijo –Sencillamente me son fascinantes todas. No podría elegir, bueno tal vez si. La religión católica, ella es la primera por así decirlo.

David no se sorprendía de la respuesta, pero era una curiosidad latente en todo aquel que había conocido la narración de Lestat y se había fundido en las páginas intentando hallar cierto atisbo de verdad en sus palabras.


-¿Cuál es el logro humano que más le ha llamado la atención a lo largo de los siglos?-era algo superfluo pero, tras la última pregunta, le parecía que ser más relajado era necesario.

-Un invento -pensó nuevamente llevado su vista al infinito- Creo que uno de ellos es la capacidad de adaptación. Como los seres humanos han logrado conquistar todos los hábitats, como a lo largo de los siglos han aprendido desde como frotar dos rocas para producir fuego así como llevarlo en cerillas o encendedores. Creo que cada uno de los pasos que han seguido hasta ahora en muchos casos ha sido benéfico pero en otros no. Sin embargo, no dejo de admirarme.

La destrucción de cientos de pueblos, el deseo de conquistar otros planetas ensuciando mientras el suyo, la contaminación espacial, sonora y también de la bioesfera, los ataques verbales ya no eran suficientes ni las flechas... el mundo vivía un caos gracias al ser humano, pero también gracias ellos existía la literatura, la música, el deseo de bailar y miles de sensaciones que eran tan gratificantes que cuando uno veía a la gran masa deambulando deseaba conocer a todos y cada uno. Desde que él era vampiro lo comprendía bien, dejándose arrastrar por las sensaciones.

-¿Alguna vez amó? De forma pura e inconsciente. Como lo haría un niño, una mujer joven o un hombre noble -decían que el demonio no amaba, pero él quería averiguar si podía mentir en ese asunto.

-Amar… -susurró lentamente ensombreciendo su semblante durante unos breves instantes- alguna vez logre amar a un alma pura y bondadosa. Una noble mujer durante los inicios de la creación, la cual no tuvo el menor temor al observar aquella discusión entre Dios y yo. Sin embargo, me amo por alguna extraña razón al igual que yo, lamentablemente su cuerpo se redujo a polvo y su alma seguramente aun vaga por el sheol. Es algo lamentable, pero son los designios de nuestro creador y en ellos no puedo interferir.

-Todos creen que puede hacerlo- dijo precipitadamente saliendo del cauce inicial de la entrevista-. Todos afirman que usted es quien maneja las fichas y él simplemente es un espectador ¿no es así?

-Desafortunadamente no soy quien maneja los hilos ni fichas en este juego. Mi única función sobre la tierra es guiar a las almas hacía la redención y sean capaces de llegar a Dios.

En su voz se notaba cierta amargura así como preocupación, pues sabía bien que no todas las almas podían alcanzar aquel estado. Por ello David se sintió extrañamente atraído hacia sus palabras, inclusive se movió de su silla mientras notaba como tendían el té al demonio. El aroma agradable de la bebida se esparcía por toda la habitación recordando sus teorías en su vida pasada. Cerró los puños y frunció el ceño concentrándose en recuerdos, para luego alejarse y quedar relajado. Todo aquello fue tomado en cuenta por las cámaras que seguían las expresiones de ambos.

-Todos creen que usted es el encargado de hundirlos en la miseria, no en la salvación. ¿Por qué cree que piensan así? ¿Tal vez por la ayuda de sus hermanos Rafael, Miguel, Gabriel, Uriel y tantos otros?- dijo en un tono de voz calmo-. Rafel cura enfermos y guía en caminos a los peregrinos, Miguel es el héroe en la guerra que tienen, Gabriel un poderoso mensajero y Uriel, por ejemplo, participó en la crianza de San Juan Bautista y es la llama de Dios, la cual guía a los hombres hacia su creador, lo cual le hace prácticamente usurpar su papel.

-En la epístola católica de San Judas encontramos un relato que ilumina con luz inesperada las relaciones entre Satanás y las jerarquías angélicas –lentamente entrelazo sus manos apoyando los codos en aquel sofá de cuero, adoptando una postura más relajada- El arcángel Miguel, cuando contendía con el Diablo y disputaba por el supuesto cuerpo de Moisés, no osó pronunciar conceptos en términos injuriosos, si no que sencillamente dijo: ¡Te castigará el señor! -hizo un pequeño inciso mientras David lo escuchaba sosegado y tan atento que ni pestañeaba-. Miguel es el vencedor y capitán de los ángeles fieles a Dios, sin embargo ellos nunca han osado insultarme ni yo a ellos. Vaya, bondad infinita de lo arcángeles antiguos. Ellos podrían fulminarme con palabras como si fuese una espada flamígera con la que me hubiesen herido, sin embargo se contentan con decir solamente el señor te castigará -en ese instante su interlocutor sonrió comprendiendo a que se refería- En realidad, y a decir verdad, mi relación con los demás ángeles y arcángeles después de mi caída no es tan mala como siempre se ha creído. Al contrario, guardo mucha estima y les ayudo en lo que me sea posible. Digamos que es como una especie de pacto no implícito entre nosotros.

-Un pacto informal y respetuoso entre hermanos, pues no dejan de ser los primeros y más fuertes hijos de Dios. Ustedes deben incluso echarse de menos cuando no se enfrentan, examinan fijamente y saben uno del otro. Posiblemente podríamos definir su relación con sus restantes compañeros, aunque enemigos a la vez, como una relación tirante entre hermanos que tan sólo desean meter en razón al contrario ¿es así? ¿o quizás me equivoco?

-Así es -sonrió seguido de una suave y gentil risa- Es verdad nos echamos de menos, pero lamentablemente debido a mis acciones y a ciertos sucesos nos separamos. El cariño y aprecio siempre estará allá.

-Comprendo- dijo con un leve ademán de su cabeza mientras buscaba las preguntas que más interesarían a los compañeros en la mansión Lion-. ¿Realmente creía que Lestat le seguiría? ¿En realidad era sólo una trampa para que consiguiera el Velo de Verónica y así salvar almas? Inclusive almas de vampiros, los cuales estamos condenados indudablemente para los ojos de Dios. Son preguntas que siempre paladeo cuando recuerdo esa fascinante historia, el sentimiento extraño que le embargó a Lestat tras aquellas extrañas e intensas horas. No puedo dejar de pensar que sólo fue una lección y no un castigo, si bien todos tenemos nuestro punto de vista y ese sin duda viene de lo narrado por mi creador -su voz era cálida aunque tenía un timbre frío, como el de cualquier inglés. Sus ojos se deslizaban por la figura del diablo, el cual parecía un hombre apuesto que esperaba las preguntas con cierta emoción y las respondía con una cadencia ciertamente encantadora-. Por favor, aclárenos esa duda que sin duda a más de uno les ha llegado. Queremos saber su verdad, que quizás es mucho más certera que la dada por el que dice ser su víctima.

-Como bien dije hace algún tiempo solo deseo ser comprendido humanamente por los humanos. Acudí a Lestat porque desde hacía unos años le he seguido la pista. Desafortunadamente, las cosas no salieron del modo que yo esperaba e incluso Dios esperaba. Al parecer, en lugar de conseguir hablar con él logre solamente traumatizarlo de por vida. Mis intenciones fueron buenas pues deseaba ser comprendido, la soledad en muchas ocasiones puede ser más dura de lo que pretendo aparentar sin embargo, aprendes muchas cosas y tiene sus lados positivos y negativos como todo. –sonrió con calidez desviando su mirada unos instantes hacía sus manos, las cuales aún permanecían entrelazadas, continuando emitiendo antes un breve suspiro- Creo que Lestat no se encontraba preparado aun para ser capaz de recibir tal información, así como muchos mortales o inmortales lo estén. Deseo fervientemente algún día encontrar a ese compañero y sólo el tiempo dirá si será posible o no.

-Todos buscamos ser comprendidos, en mayor o menor medida, y no siempre se necesita un compañero en el estricto sentido de la palabra. Si bien, ¿podría decir que en éstos momentos Lestat es su compañero? Todos visitamos la mansión Lion, incluso estuvo viviendo bajo ésta a pesar de las reticencias de Lestat, por ende ¿cree que puede decir que son amigos o siguen siendo enemigos irreconciliables?

-Eso el tiempo es el que decidirá, lamento mi acción al haberle arrancado el ojo. Es por ello que quiero redimir mi error, pero al parecer Lestat no desea ser mi amigo más y lo comprendo. Esperaré si la amistad se da nuevamente, si no me quedaré con aquel recuerdo de caminar con él sobre la tierra aunque fue por unas breves horas –respondió su inquietud moviendo con un suave asentimiento sonriendo ampliamente.

-Bien, no deseo retenerlo más tiempo pero sí rogarle que nos encontremos en otras circunstancias a lo largo de nuestro camino. Estoy seguro que quedan muchas preguntas en el tintero, sin embargo opino que lo breve es mejor que lo extenso -se levantó de su sillón y se aproximó a él tendiéndole la mano-. Espero que estreche la mano como símbolo de caballerosidad y también de invitación a mi programa de entrevistas que se inicia con usted. Ha sido todo un placer conocerlo e intentar comprender el motivo de sus acciones.

-Al contrario. gracias a ti por concederme ésta breve platica para ser escuchado una vez más -al igual que su entrevistador se levanto totalmente complacido por aquella conversación, estrechando su mano con firmeza- En verdad, gracias por permitirme estar aquí.

La imagen se fue difuminando mientras el logotipo del programa con las siglas DB en dorado se hacían más fuertes. Una música agradable, similar a un vals, sonó con firmeza y una voz en off anunció la próxima entrevista para la próxima semana, aunque no desvelaba el entrevistado que tendría el honor de encontrarse frente al estudioso Talbot.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt