Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 12 de junio de 2013

Stella Mayfair by David Talbot

Sus cabellos negros algo ondulados estaban cortados de una forma que su rostro encajaba con encanto. Sus ojos eran profundos océanos donde uno podía naufragar en su sensual, extravagante y divertida persona. Deseaba ser distinta a los demás familiares y desempolvar el apellido de viejas fiestas familiares. Ella vivió los alocados años veinte, conoció a Julien y lo quiso como todos lo quisieron, del mismo modo que siempre hubo alguna sospecha que éste podía ser su padre así como lo era Belle, su hermanastra.

Stella era una mujer vital con cierto deseo de destacar olvidando quizás al “Hombre” que se cernía sobre ella como una gárgola. Amó a Pierce, nadie dice que no lo hiciese, y al hombre con quien estuvo siendo su amante y del cual se desconoció siempre quién era realmente. Ella fue la hija que incluso el alcohólico juez McIntyre adoró, pese a que siempre recaía la sombra de sospecha de su paternidad. Carlotta, su hermana, siempre fue demasiado rígida, y en cierto modo, parecida a su madre pero sin su encanto. Lionel vivía a la sombra de Stella, de quien también hubo dudas sobre la paternidad de la única hija de la heredera de los Mayfair, y vivía por complacerla, por viajar con ella, hasta que una noche, dice que influido quizás por Carlotta, disparó contra su hermana en mitad de una fiesta donde ésta había bailado con el jovencísimo Pierce frente a su pequeña hija Antha, la cual también la vio morir de aquel certero disparo y poco después como fue pisoteada por los invitados a la despampanante y trágica fiesta.

Todos decían que era una bruja y que compraba velas negras para sus sesiones espiritistas, también que no le importaba los negocios que le fueron legados y que Mayfair Mayfair así como Carlotta intentaban manejar para que no se hundieran. Decidió tener una vida distinta a la que tuvo su madre, la cual vivió más para otros que para sí misma, y que Julien.

Tengo en mi poder algunas pinturas que la representan. Su sonrisa tan encantadora, atrayente y seductora provoca escalofríos porque parece que se funde en un cuerpo que aún vive y que pronto te va a lanzar un guiño. Murió muy joven, con tan sólo 28 años, aunque Julien le dijo que viviría muchos años. Una lástima porque ella dio la nota de color la historia familiar y que a veces es olvidada gracias a los tentáculos de su hermana Carlotta que hasta su muerte hizo lo indecible por parecer demasiado ocupada, severa y concentrada en hablar de enfermedades congénitas ante la visión de “El Hombre”.

Cuando murió, al igual que cuando murieron sus antecesoras y sus descendientes, cayó una enorme tormenta que agitó aún más a los que estaban en la vivienda. Grandes relámpagos iluminaban todas las habitaciones mientras los truenos resonaban y la lluvia incluso entraba en los rotos cristales del salón de fiestas. Numerosos fueron los testigos que vieron a Lionel empuñar el arma, pero nadie lo vio a él morir en aquella residencia para personas mentalmente insanas. Él habló del hombre y de como Stella le permitía estar junto a Antha, la pequeña que también muy joven moriría dejando a su pequeña de tan sólo dos meses llorando la muerte de su madre mientras se desataba su tormenta.

El funeral fue descomunal y tal y como Stella lo decidió a su tierna edad de once años. Parecía la celebración de Mayo de New Orleans siendo ella la reina de Mayo vestida de blanco. Cientos de velas se encendieron en la vivienda para velar el cuerpo y la lluvia no cesó, aunque se concentraba en las inmediaciones de donde ella se hallaba y no en el resto de la ciudad.

Stella fue la primera bruja poderosa tras varias generaciones, la cual se hizo notar. Cuando murió llevaba la piedra en su cuello, la cual no solía usar su hija aunque sí el día de su muerte el cual, posiblemente, originó la disputa con Carlotta y su posterior muerte. Deirdre creció sin madre, pero con un legado importante y muertes sospechosas originadas por el mismo ser que la cuidó de ser sedada en varias ocasiones.

“El hombre”, “Impulsor” y posteriormente “Lasher” apareció el día de la fiesta a uno de nuestros hermanos que posteriormente, y sin posibilidades de conocer a ciencia cierta si así fue, de un infarto rumbo a nuestra Sede en Londres.


Y ésta es la historia de Stella Mayfair, la cual hizo un guiño en varias ocasiones a la Orden de Talamasca y que incluso rogó asilo como si supiese que sería dañada.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt