Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

lunes, 3 de junio de 2013

Vampiros en Londres

Recuerdo que sonaba The Doors en aquel local desierto con los cristales destrozados. La luz tenue dejaba ver varios cuerpos decapitados y copas con cubitos de hielo que poco a poco se deshacían, de igual modo que la sangre era absorbida por los trozos de moqueta. Algunas sillas estaban destrozadas por la estampida y él se hallaba en un rincón del bar con la pistola entre sus manos. Gimoteaba completamente perdido en sus pensamientos. Había masacrado a chicos jóvenes cuyo mayor delito quizás era tomar alcohol a altas horas de la madrugada.

Me acomodé la gabardina gris y el sombrero que daba sombra a mis ojos ya algo ancianos. Mis manos tenían algunas manchas por la edad y eran blancas, tan blancas como las de un vampiro. El sonido del reproductor había saltado hacía varios segundos, pero el eco seguía en mi cabeza. La policía estaba a punto de llegar alertada por el misterioso suceso.

-¡Todos eran vampiros! ¡Me rodearon!-gritó frenético-¡Todos! ¡Los perseguí hasta aquí! ¡Yo no quería herir a inocentes!-dijo entre llantos. Sus lágrimas cada vez eran más gruesas y el temblor de sus manos mucho más evidentes.

-Lo sé- comenté acercándome a él- Ahora deme el arma-dije con calma, pero él no lo pensó ni una vez más y en un rápido movimiento se voló los sesos frente a mí.


El muchacho había vivido un horror. Por lo que pude dilucidar de sus pensamientos realmente había visto vampiros, todos ellos lo habían perseguido por las calles del norte de Londres señalándolo como si fuese un asesino, aunque en realidad era la próxima víctima. Vampiros sueltos en Londres. No era novedad, pues siempre los había percibido aunque no tenía muchas experiencias con ellos. Aquel desgraciado me recordó a un animal temeroso, inclusive a un gato, que terminó atacando a los que podían haberlo ayudado.  

Talamasca tomó nota de mis conocimientos sobre las visiones de jóvenes enfundados en chaquetas de cuero, camisas de grupos rock que sonaban en las emisoras de radio más populares, y unas botas desgastadas con punteras de metal. Corría el final de los 80's y pronto el vampiro Lestat hizo acto de presencia. Algunos le creyeron, otros le siguieron como si fuesen su dios y la mayoría pensaron que era otro joven enajenado o una moda a la cual seguir como divertimento. 

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt