Armand quiere dejar aquí un texto que hizo para Marius.
Lestat de Lioncourt
Estoy aquí en la oscuridad aguardando el momento terrible de volvernos a ver. ¿No lo ves? Te estaba esperando desde hacía tanto… Estoy con las alas plegadas y una oración en mis labios que se alza hacia los cielos. Soy el mismo ángel que una vez pintaste y el ser que despreciaste dejando que se pudriera en un infierno.
¡Y tú me dices amar! Has cometido tantos fallos y delitos. ¡Maldigo tu nombre! Y a la vez aguardo tu regreso necesitando que me ames como jamás lo has hecho.
Escupes en la cara de todo aquel que te contempla, como si fueras parte del mismo concepto que tu arte, que detestas al Señor y te retuerces a admitir que en el fondo de tu alma eres como él. Me dices amar como él dice amar este mundo, pero después no se preocupa por la creación de todos y cada uno de los monstruos que puso en su obra. Yo soy tu obra. Sabes bien que soy la mejor que has tenido a pesar de mi obcecación y rebeldía. Sabes bien que soy parte de ti como yo soy parte de ti. Somos dos corazones unidos en un mundo de tinieblas porque así tú lo quisiste. Y yo maldigo tu nombre mil veces así como tu imagen, caricias y mentiras. Podrás decirme que me amas pero sólo me detestas al condenarme al exilio de tus brazos.
Mírame bien cuando nos volvamos a ver. Observarme con cuidado porque soy tu mártir. Yo he llorado por ti como jamás nadie lo ha hecho. Pues ni siquiera tú eres capaz de derramar una lágrima por tus fallos. Soy el único que se inclinaría sobre ti, como un ángel indulgente, acariciando tus cabellos y susurrando a tus oídos que el mundo puede ser tuyo si lo pintas. Sin embargo me resisto. No quiero volver a cometer el error de creer tus insulsas mentiras, las cuales son ya peor que el veneno que una vez pudiste ofrecerme para finiquitar mi existencia.
Si algún día te digo que ya no te amo espero que te culpes a ti y no a mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario