Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

lunes, 10 de febrero de 2014

Una vieja carta de amor

Una vieja carta de Tarquin ha sido descubierta por todos. Mona jamás me había dicho nada al respecto, pero sí mi hermanito. Él me ha dejado subirla a mi blog como hago con muchos de los textos que hacen mis compañeros y los míos propios. Aquí les dejo su carta de amor.


Lestat de Lioncourt


14 de Febrero de 1998


Estimada Ophelia

Supongo que te preguntarás el motivo de mi carta por escrito, a puño y letra, y no tras la horrible pantalla de nuestro ordenador. Aunque tal vez lo sospeches debido a la fecha que reza al principio de esta carta. He enviado estas líneas al correo con unas semanas de antelación y rezo porque lleguen en la fecha exacta o pocos días antes. Al igual que estoy suplicando porque llegue sana y salva, sin rasguños ni ser abierta por otras manos que no sean las tuyas. La razón es mi amor por ti y mis deseos de rodearte entre mis brazos, estrecharte contra mi pecho y obligarte a dejar que mis labios rocen los tuyos.

Amor mío eres el motivo fundamental por el cual continuo pensando que este viaje ha sido un terrible y desastroso error. Quiero regresar a tu lado y rogarte que me perdones. Ya no sé cuantas veces lo he dicho y cuantas veces lo diré. Por favor perdóname. Perdóname por dejarte atrás y emprender una aventura que es insignificante comparado con contemplarte cada noche, acariciar tus cabellos y hundirme en tus ojos verdes como si fueran océanos de frescos pastos. Mona, mi Mona, te extraño.

Recuerdo tu piel lechosa contra la mía, tu pequeña figura vibrando por nuestras bajas pasiones y tus labios convertidos en una mueca de felicidad, éxtasis y orgullo. Quiero coronar tus cabellos con esas flores silvestres que tanto aprecias y nombrarte por siempre mi Ophelia. Soy tu noble Abelardo y a la vez un estúpido que deberías rechazar de inmediato. ¿Cómo he podido hacerte esto? ¿Cómo? Quisiera que esta fecha no estuviera marcada en el calendario ni ver las tiendas repletas de símbolos del amor, la amistad y la pasión.

Deseo huir hasta ti, abrazarte con ternura y perder por completo el aliento al sentir tus caricias. Tú eres lo único que me ata a New Orleans, pues el viaje está siendo tan excitante y maravilloso por el conocimiento, por no tener a Goblin a mi lado, que siento que deberías haber venido conmigo. Pero luego pienso que era una auténtica locura. Tu enfermedad te lo impide y te ata a los caprichos de los médicos que quieren salvar tu vida.

Quisiera decirte que no he llorado escribiendo estas líneas, pero sería engañarte y no mereces eso. Eres demasiado inteligente para percibir que la emoción me acongoja y me destroza violentamente. Nash ha tenido que entrar en la habitación para sosegarme porque he explotado. Mona, Mona... ¡Mona! Lamento muchísimo ser así. No olvides que te amo y que mi corazón es tuyo desde que te vi en aquel restaurante del hospital perteneciente a tu familia. No puedo olvidar tus lazos en el cabello, tu seductora sonrisa y tu cálida voz llena de matices.

Algo me dice que todo cambiará, pero no mi amor por ti. No puedo asegurarte mi regreso en fechas próximas y tampoco que me permitan ir a verte. Ya no sé que pensar. Sé que me amas y es lo único que me importa, no obstante me lleno de miedos al pensar que tú me necesitas o me estás necesitando. Mis lágrimas y pensamientos son todos tuyos, igual que mi corazón y mi fuerte pasión por cada una de tus palabras y gestos.

Sé que si tengo la más mínima oportunidad de salvarte, rescatarte y convertirte en mi esposa lo haré. Lo haré con la misma pasión con la cual te besé la primera vez. Te aseguro que lo haré y esto es una promesa. Igual que la promesa de volver de este periplo por Europa.

Te amo.


Tarquin Blackwood.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt