Bienvenidos una noche más. Esta noche Arion quiere abrir su oscuro corazón. ¿Entienden? ¡Oscuro! Ah... creo que paso mucho tiempo con Quinn.
Lestat de Lioncourt
Si pudiera decirte todo lo que siento y
pienso, pero sé que es demasiado para que tú lo soporte. Escucharme
más de media hora sería imposible. Eres una mujer ocupada y
entregada a tu mundo, pero no al mío. Has aprendido a ser fuerte,
decidida y no necesitarme tanto como antes. Me siento orgulloso de
tus cambios y de como has demostrado ser suficientemente astuta para
el negocio. Sé que estás agradecida y que sientes respeto hacia mí,
aunque no lo demuestres o simplemente guardes silencio cuando te digo
que te amo.
El amor es complicado. Es un
sentimiento que pocos comprenden a la perfección pero está mil
veces escrito en nuestro mundo. Se puede leer en numerosas obras de
arte, desde el teatro pasando por la escultura o el propio baile. He
visto pintadas con un corazón gigantesco donde se habla de amor a
Dios y también donde se deja una inicial, allí como si todos
supieran que cualquier día contemplará su manifestación de amor un
anciano, con las manos arrugadas y manchadas, sonriendo al lado de
una mujer con su cabello completamente blanco. A veces el amor no
dura más de unos meses, otras son años y nosotros llevamos
milenios.
Abrir mi corazón de este modo no es
típico de mí. Pero si lo hago es porque quiero entregarte de todo
corazón este amor que siento. Permite que te ofrezca cada uno de mis
pensamientos. No sólo soy un viejo esclavo que aprendió a ser libre
y confeccionar joyas.
Amo tus miedos a pesar que te fuercen a
retroceder, pero ellos te han hecho fuerte. No puedo dejar de amar tu
forma de caminar, pues cuando te escucho dirigirte hacia mí mi
corazón tiembla. Deseo tenerte entre mis brazos, igual que si fueran
barrotes de una cárcel, mientras beso tu frente y susurro que esta
noche no habrá libertad para ninguno. Soy feliz cuando muestras tu
furia, callas unos segundos mirándome con tus ojos llenos de
lágrimas y corres rodearme para que te susurre que aún te amo. Te
he visto crear miles de joyas y a la vez destruir millones de
hombres, pero sin duda siempre serás esas chiquilla que salvé de la
destrucción de Pompeya.
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