Nash ha decidido dar un toque de atención a muchas mujeres ¿quieren leerlo? Por favor no se pierdan este texto, pues quizás es largo pero su intensidad y mensaje es increíble.
Lestat de Lioncourt
Siempre se ha dicho que “Tras un gran
hombre hay una gran mujer” sin embargo no es del todo correcto.
Muchas veces tras la mujer está el gran hombre; sobre todo
actualmente cuando el hombre ha dejado al fin a la mujer deslumbrar,
destacar y demostrar que son igualmente fuertes. Las mujeres siempre
han mostrado una fortaleza increíble, pues ellas han sido madres,
trabajadoras abnegadas y capaces de solventar cualquier problema
familiar. Si bien, no sólo trabajaban en el hogar. En muchas tribus,
así como en tiempos antiguos y también en otros menos remotos, la
mujer ha sido el motor de la agricultura y de pequeños oficios que
últimamente parecen olvidados.
Sin duda la figura femenina ha sido
musa de muchos. Ha cambiado el concepto de belleza en el hombre como
en la mujer, pero sobre todo en ésta última. Los cambios en su
figura para los artistas, el color de su piel o las preferencias de
sus rasgos han obligado a mujeres a ser fuertes y hermosas, pues ésta
dualidad era sin duda apreciada entre féminas; aunque no siempre la
fortaleza se ha visto con buenos ojos desde el prisma masculino.
En estos días donde se ha descubierto
que hay fragmentos de documentos históricos, pues existiera o no
existieran los personajes la documentación data de las fechas en las
cuales existieron, donde Jesús habla de una esposa, la cual puede
ser su discípula del mismo modo que los hombres y ofrecerle al mundo
parte de la fe, esperanza y verdad que él llevaba consigo. Creyentes
y algunos no creyentes, de otras religiones o simplemente casados
únicamente con la ciencia, creen firmemente que éste documento
aportaría mayor igualdad a la mujer y por supuesto respeto de ésta
dentro de las filas del núcleo más duro de la iglesia.
No obstante estamos hablando de
nuestros Adán y Eva. La sociedad vampírica en la cual nos
encontramos inmersos en nuestro universo, ese que ha sido retratado
por compañeros como Lestat de Lioncourt, Armand, David Talbot, Louis
de Pointe du Lac, Marius Romanus, Pandora de Atenas y Tarquin A.
Blackwood. En las historias de la raza vampírica, la cual no está
desvinculada de la humana en sus sentimientos y preocupaciones, tiene
escasas mujeres pero aquellas que aparecen, sea la época que sea, se
muestran fuertes y decididas. Ni una de éstas Evas han aceptado
irremediablemente el designio de los hombres.
La primera mujer vampiro que aparece
ante ustedes es Claudia. La apariencia de una niña, su belleza y el
aspecto inocente cubierta por cintas y encaje. Sin duda era un
aspecto idílico de inocencia intacta, pero su verdad era cruel y
oscura. Se mostró como una mujer decidida a solucionar su horror y
dolor. Ella odió a sus dos amados padres, aquellos que en otra época
buscaba para ser colmada de besos, porque su destino se truncó y su
mundo se quedó pequeño. Es una mujer con carácter, inteligencia y
ambición.
La segunda mujer vampiro es Madeleine,
la cual sufrió terriblemente por la muerte de su hija. Sin embargo,
ésta mujer desolada, en otros momentos de vida fue una elegante
diseñadora y fabricante de muñecas. Ella había logrado ser una
gran juguetera con su amante y su pequeña hija fue símbolo de la
inocencia de las pequeñas criaturas que ella dio vida. A pesar de su
nula cordura tenía ambición y carácter.
La siguiente mujer que apareció es
Gabrielle. ¿Qué podemos decir de ella que su hijo no haya dicho?
Incluso Armand siente una peculiar atracción por ella, la cual
también es odio debido a los problemas en los cuales se vieron
inmersos ambos. Una mujer que decidió actuar como un hombre, pues en
su época las mujeres no podían tomar decisiones y ella tomó muchas
tras sentirse libre por el Don Oscuro. Poco o nada se sabe de su
pasado como niña en un país distinto a Francia, la bella Italia, y
de su esmerada educación, pues era de noble cuna, pero sí mucho de
su carácter. Una mujer que ni la enfermedad calmó su ambición y
deseos. Es decidida, aventurera, tiene coraje y más agallas que su
hijo.
Las mujeres del teatro, aquellas que
estaban alrededor de Armand, habían perdido el juicio o simplemente
decidieron tomar un papel secundario. Si bien se nota que algunas de
ellas tenían cierta influencia sobre el joven de cabellos de fuego,
mirada melancólica y siniestros planes.
Pero si nos centramos en protagonistas
como Pandora, la cual dejó atrás el desastre de su familia y buscó
la supervivencia en un mundo que se desmoronaba, o Petronia, que tuvo
que soportar el juicio precipitado de una sociedad que la tachaba de
monstruo, vemos mujeres que en la antigüedad tomaron la fuerza que
se tenía prevista sólo para los varones, impusieron sus deseos y
cumplieron sus metas. Ninguna de ella se dejó aplastar y alzaron los
brazos para decir “Estoy aquí, viva y fuerte. Tú no puedes
doblegarme. Tú no tienes poder sobre mi destino y yo sí lo tengo”.
Bianca Solderini se muestra
manipuladora y una mujer cuya ambición le dio todo lo que quería,
salvo un pequeño detalle. El pequeño detalle era el amor
incondicional de Marius, su creador, pero salvo eso tuvo lujo, poder
e influencias suficientes para encumbrar o destruirte.
Sybelle es una mujer golpeada por su
pasado, ensombrecida por el dolor y que encontró en Armand y Benji
cierto amor, luz y coraje. Es tachada por muchos como una obsesionada
de una melodía en concreto, pero ella sabe todo lo que ocurre a su
alrededor y es esa melodía la que calma sus miedos. En vez de
hundirse ha decidido librar la batalla a su modo. Su corazón es tan
grande como el de una madre y sabe dar amor a pesar del daño
sufrido. No ambiciona nada más que la paz y un poco de felicidad
para los suyos. Su belleza ha quedado fijada en la de una muchacha,
pero ella vale más por sus silencios que por sus palabras. Del mismo
modo que Zenobia fue tomada por débil justo cuando no lo era, pues
su aspecto frágil aparentaba todo lo contrario.
Tenemos en la historia también
villanas como Eudoxia o Akasha, ambas creían que podrían conseguir
todo a su paso arrasando y sin escuchar. Las anteriores lograron sus
metas porque también escucharon a sus compañeros, amigos o a otras
como ellas. Supieron apreciar el valor de la vida y la muerte. Ellas
quedaron cegadas ante el lujo, la ambición y el poder. Al igual que
Claudia tuvieron muertes terribles, pero la pequeña regresó como
fantasma porque no se dejó amilanar por la muerte. Sin embargo
¿quién puede decir que no eran fuertes? Sin duda alguna lo eran,
tan fuertes como sus propios enemigos.
Pero las más fuertes de todas ellas
fueron sin duda alguna las Gemelas Pelirrojas, esas que tuvieron
descendencia a través de los siglos y legaron su belleza a Jesse,
que tras vejaciones, dolor, lágrimas, tiempo y esfuerzo lograron
volver a comunicarse como antaño y vencer sobre todos. Ellas son la
fuente. La sociedad vampírica ha sido matriarcal desde sus inicios
con Akasha y ahora, en estos momentos, con Maharet y Mekare.
La última en acompañar a éstos hombres ha sido Mona Mayfair. Ella ha sido tachada muchas veces de frívola, pero es su inteligencia lo que hizo que despegara y despuntara. Una mujer es fuerte, más si es bruja y Mayfair. Su ambición, inteligencia y terquedad logró llegar lejos y evitar la muerte. La última y la mejor creación de Lestat porque recopila el poder que éste poseía y la inteligencia, fortaleza y ambición de una mujer.
La última en acompañar a éstos hombres ha sido Mona Mayfair. Ella ha sido tachada muchas veces de frívola, pero es su inteligencia lo que hizo que despegara y despuntara. Una mujer es fuerte, más si es bruja y Mayfair. Su ambición, inteligencia y terquedad logró llegar lejos y evitar la muerte. La última y la mejor creación de Lestat porque recopila el poder que éste poseía y la inteligencia, fortaleza y ambición de una mujer.
Si bien la literatura basura ha
decidido hundir a la mujer en esclavitud por sus hombres, simples
esposas que lloran por el amor de sus apasionados “guerreros” y
que languidecen mientras ven que todos hacen algo por seguir
viviendo. Libros como “50 sombras de Grey” o “Crepúsculo”
muestran mujeres vacías que sólo buscan “amor” pero que no se
tienen amor y respeto por ellas mismas. Mujeres que me leen hoy, o
quizás dentro de unos años, les ruego que no se dobleguen y
aprendan a luchar como nuestras compañeras. Si se doblegan pierden,
si pierden no se aman y si no se aman no encontrarán sus sueños.
Busquen en su interior la fuerza que toda mujer tiene.
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