Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

jueves, 22 de mayo de 2014

El rojo de la esmeralda

Tarquin Blackwood ha dejado un poema para Mona, y un pequeño mensaje, que es el siguiente. ¿Quieren leerlo? Seguro que sí.

Lestat de Lioncourt 


Si te dijera te amo te estaría engañando, pues lo que siento es mucho más intenso. Mis sentimientos están enlazados con mi alma hundiéndome, perdiéndome y ofreciéndome a la vez la libertad. Tú eres como una mariposa que ha decidido perdurar incluso en invierno, sobreviviste al destino y superaste a la muerte, por eso te has convertido en el símbolo de la fortaleza. Me has ofrecido tantas cosas sin saberlo, he caído mil veces y tú me has levantado. Por eso hoy, aquí y ahora, me arrodillo ante ti y ensalzo tu belleza con éste poema.


Rojo, como el fuego del hogar,
es tu cabello y tu pasión.
Rojo, como la sangre,
que ensancha y enloquece mi corazón.

Tú eres Ophelia Inmortal
surgida de las aguas de la muerte
y entre las sábanas de mi cama
donde yaciste convaleciente.

Aprendiste a respirar sin agua
y caminar sobre las llamas del dolor
para al fin alcanzar la libertad
y conferir a tus mejillas cierto rubor.

Rojo, como el vino de tus labios
y las manzanas prohibidas del paraíso.
Rojo, como la capa de amapolas
que rozaba tu cintura en brazos de Narciso.

Tú, ángel de fuego y magia, sonríes
con tus ojos de esmeralda de mi vergel...
buscando la verdad sin codicia
y la fuerza donde yace yermo el edén.

Te alzaste como Dafne sin laurel
pero con la fortuna regada a tus pies.
El día se hizo noche para siempre
y tomaste la vida de otros como si fuera miel.

Saborea todo mi Ophelia, hazlo.
Soy Abelardo, estoy esperando.
Soy aquel que entre sus brazos te alzó
y que siempre te ha estado buscando.


¡ROJO!  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt