Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 27 de agosto de 2014

Aún puedo besarte en mis recuerdos

Louis de Pointe du Lac, alias el chico de la chispa o llamaradas locas, ha escrito algo. Merrick era una mujer sensacional y aún me duele saber que se fue demasiado pronto. Supongo, que para Louis es aún peor al ser su creador. 

Lestat de Lioncourt 


No te puedo olvidar. Tampoco deseo perdonar todo lo que hicimos. Mi corazón sigue convaleciente. Estoy afectado por tus palabras y actos. Pude tenerte entre mis brazos, sentir tu cálida y suave piel, deslizar mis labios por tu cuello y olvidar mis manos en tus caderas. Una mujer como tú, tan ardiente, me provocó los últimos recuerdos de mi antigua vida. Ahora soy distinto. Pudiste ver el cambio con tus ojos de color esmeralda, tan parecidos y distintos a los míos. Ambos nos convertimos en cómplices durante una noche y nos despedimos como desconocidos, aunque teníamos el corazón roto y el alma llena de arañazos.

Me diste esperanza. Por unas horas pude creer que podría reconciliarme con mi pasado, con el daño que hice y que jamás creí que fuera tan terrible. Verla a ella de nuevo frente a mí, con aquel encantador vestido y sus pequeños ojos puestos en mí, fue demasiado. No soporté su odio. Jamás pude soportar el tan sólo imaginar que me odiaba. Tú lo sabías bien. Me habías indicado que era peligroso, pero me sentía fuerte cuando te tenía a mi lado. Caí enamorado de ti, no importa si fue un hechizo o simplemente el destino. El amor que siento por ti aún perdura, igual que prosigue ese sentimiento agridulce cuando pronuncio el nombre de Claudia.


Te abrí mis brazos del mismo modo que te abrí mi corazón. Te di todo lo que jamás debí darte. La vida eterna no te hizo bien, no ayudó en tus propósitos ni en tu felicidad. Del mismo modo, que no me ayudó a mí. Nada ocurre como uno desea. Sin embargo, no puedo negar que aún te amo. Parte de mí se ha desquebrajado, caído por completo a los pies congelados del vacío y dejado allí, como si fuera una ofrenda a dioses que jamás existieron, mientras el resto late en un pequeño murmullo cálido, el cual sólo aparece cuando la sangre fluye y siento el pecado de mis víctimas coloreando mis mejillas. Soy un monstruo cruel e imperecedero. He vivido entre los hombres durante siglos alimentándome de ellos, dejando que sus vidas terminaran vacías como sus cadáveres. Soy la muerte. Y la muerte te sigue amando, Merrick. Sigo amándote a mi modo. Completamente coaccionado a tus encantos, tu recuerdo, tu belleza y tu fuerza. Aunque no estés siempre tendrás un hueco entre mis brazos.  

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt