Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

lunes, 4 de agosto de 2014

Mi problema es amarte

Texto de reproches al canto. ¡Armand ha vuelto! Bueno, a ser sinceros jamás se fue por desgracia. 

Lestat de Lioncourt 


El dolor a veces tiene un agradable sabor, como si fuese un veneno dulce que te anima a beberlo hasta la última gota. La cicuta de la vida, o mejor dicho la sensación de beberla, mientras caes apaciblemente en el vacío tiene tu nombre, tu rostro y esa mirada de hielo que cargas cuando quiero sentirme acogido entre tus brazos. Me hablas de amor, pero no veo eso en tus manos. Tus caricias son ásperas, medidas y tan dolorosas que he empezado a creer que me crees poco inteligente. Hace tiempo que aprendí que de ti no puedo esperar nada bueno, ni siquiera unas palabras sinceras o unas disculpas provenientes de algún recóndito lugar de tu corazón.

Me pregunto cuál es el pecado que cometí o si cometí alguno. Ya no recuerdo el motivo de tu desprecio y de mi llanto. En mis jóvenes recuerdos, aquellos que fueron terriblemente arrebatados y enviados al purgatorio donde arden sin control, tu amor hacia mí era incondicional y pleno. Recuerdo unos ojos llenos de una pasión incontenible, con un brillo mágico y sincero, que se desbordaba en cada encuentro. Ahora sólo veo una gélida sensación de reproches y frialdad.

Fuiste tú quien permitió que nos separaran. Tú quien emitió un juicio precipitado sobre mí. Jamás dejé de amarte y necesitarte, sufrí terriblemente, y para colmo afirmas que nuestra separación nos fortaleció. Sólo tú te beneficiaste de estar lejos de mí, del mismo modo que saboreaste cada instante en el cual me juraste amor eterno. Es tan fácil jurar algo tan imposible a un muchacho lleno de carencias, el cual se alimentaba lamiendo tu mano. Te quejas ahora de mi dolor, del odio que a veces muestro en mis ojos y de la forma en la cual me he negado a complacer todos y cada uno de tus caprichos. Eres un cínico con rostro de Dios.


Por tu culpa este ángel se ha convertido en piedra, su corazón es mármol y sus lágrimas son gotas de lluvia ácida. No intentes pedir perdón ahora. Tus actos son torpes y falsos. No hay amor, sino capricho. Desconoces realmente que es esa palabra salvo que la dirijas a tu arte y a ti mismo. Eres egoísta y estúpido, aunque te crees un mecenas lleno de sabiduría. Sin embargo, te amo. A pesar de todo lo cruel que puedes ser conmigo, arrancándome pluma a pluma mis tupidas alas, caigo presa del desconsuelo de saber que te amo demasiado.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt