Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

viernes, 14 de noviembre de 2014

Esclavitud

Benji nos contó un poco de su historia ¿quieres saber cómo es? ¿Qué piensa? Aquí lo tienen. 

Lestat de Lioncourt 


Muchos se sienten hartos en los atascos. La lluvia los deja aislados en sus asientos, soportando la presión del cinturón de seguridad y el claxon de otros vehículos. Sin embargo, ellos no son esclavos de nada. Más bien son más libres que cualquier otro pobre idiota que corretea como rata por las calles. Los suburbios sí está lleno de esclavos del polvo blanco y las pastillas que te envían directamente a un hermoso agujero en el cementerio. El infierno tiene aspecto de nieve, eso es todo.

Recuerdo que era inocente. Mis enormes ojos castaños se habían colocado por primera vez sobre las esponjosas nubes de un cielo distinto, muy distinto, al que yo conocía. El desierto, las calamidades y la escasa educación impartida en mi vieja aula quedaban atrás. Mi padre no sólo lo hizo por dinero, sino también por un mejor futuro. Pensaba que morirme de hambre iba a ser mucho peor. Reconozco que hubiese preferido morir y ser devorado por hienas a sentir las sucias manos de Fox.

Era una hermosa y cara mercancía. Él no quitaba su sucia vista de mi cuerpo. Tenía un buen tamaño, pues podía pasar por un adolescente y no por un niño. Eso era una ventaja, según él. Pero yo nunca entenderé cuál era la maldita ventaja. Sólo veía a un hombre miserable codiciando a un muchacho. Es de enfermos. Creo que los tipos como él no tienen alma. Sin embargo, los hay mucho peores.

Recuerdo a su amigo el policía. Al principio me resistía a él. Mordía, rasguñaba y pateaba en el sucio colchón del motel. Hacía tratos de favor con Fox a cambio de algo de droga, pero la droga dejó de ser un aliciente. Yo empecé a ser el mejor trato. Una noche conmigo era hacer la vista gorda durante varios días. Por eso yo empecé a ser importante para ese imbécil. Su sonrisa de engreído no se quitaba en ningún momento, era como una máscara que estaba firmemente aferrada a su boca. Esa sonrisa significaba que Raven estaba en camino. Ese policía corrupto se deleitaba conmigo.

Como he dicho al principio me negaba en rotundo, después comprendí que si colaboraba podía hacerlos llevar al límite mucho antes. No quería prolongar mi calvario, así que de ese modo empecé a cabalgar en la cama como un auténtico jinete. Mis manos se posaba en sus torsos, mis labios carnosos susurraban cosas indecentes y palabras que ni siquiera comprendía del todo. Ellos abrían su boca para dejarse llevar por lo sucio y clandestino de nuestros encuentros. Cuando apretaba sus húmedos y asquerosos miembros en mi interior, haciéndoles llegar al cielo, veía con mayor claridad el infierno.

El tabaco y el robo de carteras era un entretenimiento. Supongo que fumaba porque ellos lo hacían tras sentirse plenos violando a un muchachito. La nicotina era el olor de la victoria. El robo era para poder conseguir algo de ese polvo para Raven. Cuando estaba completamente drogado ni siquiera me distinguía. Se alteraba en un principio, pero luego era fácil domesticarlo. Él creía que aguantaba más y se veía más masculino, la verdad es que sólo era un pobre diablo.

A veces imagino los últimos segundos de ambos siendo consumidos por Armand. Se convirtieron en mero envoltorio, como los papel de una golosina. Para mí Armand se convirtió en Dybbuk, mi Dybbuk y el de Sybelle. Era hermoso. Jamás he dudado de su belleza. Tenía una estatura similar a la mía, una sonrisa fascinante y cientos de historias que ni siquiera aún me ha llegado a contar. Sospecho que tiene cientos de cosas mejores que hacer que estar con nosotros, pero noche tras noche se sienta a nuestro lado y nos acompaña ofreciéndonos su atento amor.

En estos momentos la radio consume mi tiempo. Estoy frente al micrófono esperando que termine la cuña publicitaria. Varios de los nuestros han reabierto “La Hija de Drácula” y es todo un acontecimiento para los más jóvenes. Un local mítico que destacó en una de las novelas de Lestat. Si supieran que yo no sólo lo he visto, sino que he compartido con él una historia increíble. Supongo que en breve lo inverosímil saldrá a la luz para todos. Pronto el libro contaminará al mundo moderno. Quizás entonces alguien en algún atasco se sienta libre y no enjaulado.

Buenas noches, les habla Benjamín Mahmoud y comenzaremos con las noticias. Pero antes no olviden dar las gracias a la propia noche por estar vivos. ¡Comenzamos!...



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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt