Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 9 de noviembre de 2014

Oasis

Khayman ha decidido escribir algo sobre el final de la aventura. Un final que ahora tiene. 


Lestat de Lioncourt 


Aún puedo escuchar la calma envenenada del desierto, el calor sin tregua tostando aún más mi piel dorada, el sudor recorriendo mi frente, el lento caminar del camello entre las dunas y la convicción, terrible convicción, que íbamos a provocar un desastre. Habíamos empezado la expedición la noche anterior. Llevábamos horas sin descansar. El destino estaba echado, como si fuera un terrible juego de azar, y yo no podía impedirlo. El aire caliente golpeaba con fuerza mi rostro cuando apareció el valle donde ellas se encontraban. Rocas altas, algo picudas, pocos cultivos y varias chozas. El ritual estaba a punto de comenzar.

Todo pasó tan rápido. Los días parecían tener alas y convertirse en pájaro, volar alto y caer al suelo desfallecido por falta de agua y alimento. Prácticamente muerto.

Mi vida como sirviente quedó atrás, como un viejo recuerdo que ya nadie conoce, del mismo modo que las ciudades que voy recorriendo con mi deportivo. Mis ojos cafés miran el retrovisor con cierta esperanza, pero mi alma parece tomar fuerzas al acelerar acompañado de su mano junto a la mía. No hay un destino claro. Ya el peligro ha pasado y estamos a salvo. No existe la voz. No hay nadie que incite a otro a matar. Somos libres de nuevo.

Tener a mi lado a Maharet, cuidarla junto a su hermana, se ha convertido en el único propósito de mi vida. Las selvas de Brasil han sido parte de nuestro hogar. Es el mundo que bien conocíamos, igual que el desierto africano del cual surgimos como si fuéramos un milagro sobre la vida. Somos muertos que caminan, nosotros llevamos el germen. La fuente es nuestra silenciosa compañera, del mismo modo que lo es la muerte.

Durante estos siglos he aprendido a perdonar, pero jamás a olvidar. Nunca he podido dejar atrás el amor que profeso a la mujer intensa, seductora y firme, que se encuentra a mi lado. Tiene una belleza única. Su cabello parece una llamarada en plena oscuridad. Viajar en un deportivo descapotable le confiere puntos extras. Puedo ver como ocasionalmente alza sus brazos, extiende sus dedos y cierra sus ojos disfrutando de la música sutil que hay en la radio, el aire meciéndola y la noche rodeándola. La velocidad es vertiginosa, pero no nos afecta. No hay miedo. Tampoco hay tiempo que esté cayendo sobre nosotros. Viviremos para siempre. El guerrero y la bruja, el hombre leal y la sincera hechicera que se alzó en contra de la reina.


Más de seis mil años y para mí aún sigue siendo la misma mujer, sabia y ligeramente salvaje, que me conquistó el corazón.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt