Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

jueves, 15 de enero de 2015

El hechizo de Pandora

Santino rememora el haber conocido a la mujer que le hizo cambiar. Y es que tenía que ser ella: Pandora.

Lestat de Lioncourt


Jamás me había contenido tanto ante una mujer. Sentí que cometía el peor de los errores cuando ella posó sus ojos sobre mis túnicas raídas. Me convertí en un bufón de la corte, en un ser vilipendiado, en un demonio con los cuernos desgastados y los sueños tan rotos como miserables. El camino que había comenzado se quedó torcido, humillado y casi derrumbado.

Su fuerza era similar a la de mil hombres y la contenía con una elegancia impropia de una dama común. Ella había recorrido el mundo, visto debacles terribles, tomado la justicia por sus propias manos, contemplado la faz de la madre de todos y aprendido de sí misma mientras arrastraba su pesar. No se hundía. Era como un corcho en un mar revuelto. Sobrevivía con firmeza. Era mágica.

Vi en ella la bondad más absoluta y la maldad más terrible. Rompió todas mis cadenas y me dejó desnudo, con el alma rota y el corazón destrozado. Me enamoré de ella, perdí mi fe y entonces entendí que había amado siempre el sueño de la compañía de un igual. Amé con fuerzas a Armand, fue mi tesoro y mi guerrero. Convertí a un muchacho débil en un criminal sin corazón, en parte del ritual sagrado que creí que era correcto, pero ella me demostró que sólo envenené su alma. Losa tras losa convertí mi lápida de dolor en un panteón.

Lloré amargamente cuando me rechazó. Vi en sus palabras el testimonio de un espejo que no quería contemplar. Me quedé atónito ante la verdad. Quise huir, pero ya era tarde. Tantos siglos convertido en un criminal pasan factura. Las reglas las había impuesto, si bien no eran decentes ni exactas. Las verdaderas normas eran contrarias a las mías. Nadie me profetizó mi caída, pero supe que ella me arrastraría al calvario.


Ella era Pandora. La diosa Pandora. La mujer vampiro que me hizo amarla para entender cuan equivocado estaba.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt