Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 18 de enero de 2015

Sinfonía

Sybelle vuelve con un texto llamado Sinfonía. Un texto que habla de la vida y de su melodía.

Lestat de Lioncourt



La vida pasa muy rápido frente a nosotros sin darnos tiempo a captar los momentos más dulces. Los recuerdos se van acumulando, como los sueños en la almohada y las lágrimas en el borde de nuestras pestañas. Vemos el mundo como una caja mágica llena de pecados, pero también cargada de ilusiones en figuras extrañas, letras emborronadas y un futuro que desconocemos. Podemos tener cierta aprensión, aunque eso no basta para detenernos. Todos queremos vivir. Pese a todo, queremos vivir. Podemos ser golpeados salvajemente por el destino, el cual nos encierra en sus fieras garras, pero a la vez sabemos que podemos seguir luchando. Tenemos armas, aunque no las veamos. Poseemos alas, aunque no sepamos usarlas.

Mi vida era un cuento de terror inspirado en las peores premoniciones. Sabía que cuando mis padres faltaran sería terrible. Mi hermano había caído por el barranco de la estupidez, estampándose duro contra la inmundicia de los bajos fondos. Era un tipo listo, pero demostró ser estúpido. Las drogas, las mujeres fáciles y el dinero manchado de sangre era su auténtico delirio. Yo sólo era una carga, alguien que alimentar y un ave musical que tocaría incansablemente para mejorar, pudiendo algún día debutar para limpiar con mi arte, tan noble como inocente, el dinero negro que ganaba. Los golpes, gritos y murmullos humillantes eran diarios. Podía notar sus manos acariciando mi cuello, para estrangularme nuevo hasta hacerme perder el aliento.

No tenía límites. Fox desconocía que era un límite.

Cuando murió a manos de ese ser, el cual no comprendí bien en su momento, me sentí aliviada. Era como si Dios hubiese escuchado mis plegarias y hubiese enviado a uno de sus ángeles. Tan hermoso era, con ese cabello castaño rojizo y esos ojos castaños tan cafés, que no tuve duda que era un ángel. Un ángel de muerte y destrucción, pero un ángel. Creí en los milagros, pues él era uno.

Junto a mí se hallaba un siervo de mi hermano, uno de sus esclavos más recientes, que usaba como pequeño camello y símbolo del pecado. Hacía que vendiera su alma, robara para él y vendiera drogas en puntos determinados de la ciudad. Él era Benjamín. Creo que hasta ese momento era mi único consuelo junto al piano. Pero él, desde que entró en nuestras vidas, se convirtió en otro de los motivos primordiales.

Mi vida era una caja de música llena de dolor y pecado, pero sabía que mi futuro podía cambiar. No siempre se puede llorar. Una vida no es todo lágrimas y dolor. Yo comprendía bien que podría salir viva de todo lo que sucedía a mi alrededor. Confiaba en que algún día llegaría a ser feliz. Esos soñados días llegaron y mi mundo se convirtió en el suyo.  

Sin duda lo amo. Y mi amor será eterno.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt