Louis... Creo que el sentimiento es mutuo. El amor es el amor. He amado intensamente dos veces, con una intensidad soberbia, y una es a Rowan y la otra a Louis.
Lestat de Lioncourt
He intentado por todos los medios
rechazarte, huir y buscar mi propio camino. Pero es inútil. No puedo
marcharme de tu lado. Estoy condenado a buscarte y perseguirte como
si me dieses el aliento para seguir vivo. Me he cansado de todo esto.
No quiero jugar más al ratón y al gato. Me doy por vencido. Has
ganado. Tú y tu hipocresía, esa sonrisa seductora y tus manos
suaves. Has conseguido agotarme hasta provocar que me percate que no
sé vivir sin ti. No tengo rumbo ni dominio de mí mismo. He perdido.
Quiero que seas mío y estés a mi
lado. Muero de celos y busco revancha. El rencor se apodera de mí,
la necesidad me ciega y caigo de bruces contra tu pecho. He llorado
sobre tu hombro, mientras buscaba tus pueriles labios. Y, sin
embargo, tú no me has rechazado. Después de tantas molestias,
mentiras, hipocresías, cínicos encuentros, miradas hirientes,
ensordecedor silencio y distancia. Tras tantos años guardando
recuerdos que no sirven para nada, salvo para contemplarlos y
sentirme vacío.
Siento ansiedad. Cuando estás lejos de
mi alcance y conocimiento. Noto como me controlas desde la distancia.
Sé que sabes todo de mí. Comprendes cada movimiento que hago y
conoces cada partícula oscura de mi alma. Has llevado mi cruz y me
has ofrecido tus brazos pese a todo. ¿Y sabes lo peor de todo? Es
que ya no me importa. Acepto el reto de tus ojos clavados en los
míos, hundiéndome en los turbios océanos que posees, mientras me
agarras del rostro y susurras que me amas. Ya no importa si se lo has
dicho a decenas, cientos o miles. Ni siquiera importa si lo haces con
una cadencia distinta. No me importa.
Te quiero a ti. A ti y nada más.
Desprecio lo que puedan decirme y lo que auguren el resto de nuestra
unión. Alejo el cáliz venenoso del pasado. Renazco de mis propias
cenizas, pues eso hice. Y te llamo amor mío, vida mía, amante y
compañero. Me ato a ti, vinculándome por siempre, mientras ruego
que no me apartes de tu lado.
El amor es la llama que más nos
consume.
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