Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 8 de febrero de 2015

Mi corazón es tuyo

Desconozco realmente cuantas veces he intentado pasar página. Olvidar por completo sus caricias, aislar de mi corazón el sentimiento que se propaga por mi alma y enterrar el cadáver de las palabras que no dije. Aún mantengo la promesa, pese a ser un recuerdo insensato. La mantengo porque sigo amándola. Pese a todo, ante todo, la mantengo. Sé que ella sigue viva, con su corazón intacto y la mente llena de recuerdos que comienzan a desvanecerse.

No puedo regresar con las manos vacías, agachar la cabeza y negar mi amor. No puedo, pues no quiero. No quiero porque no deseo decir la verdad. Y esa verdad, tan dolorosa como una herida que no cicatriza, es que tras “La voz” el mundo es inseguro. No puedo exponerla. Deseo verla viva, con esos labios suculentos con una sonrisa fría, y sus ojos, tan grises como las tormentas más virulentas, posándose lentamente en los archivos de sus pacientes. Necesito saber que está a salvo de todos, incluso de mí. Soy un monstruo y temo romperla.

Negar mis brazos, a esa mujer tan fuerte e intensa, provoca en mí una insatisfacción inmensa. Quiero correr hacia ella, abrazarla y rogar que me ame una vez más. Ansío recitarle los versos más prohibidos, intensos y cálidos que jamás ha escuchado. Mis falsas promesas se quiebran, convirtiéndose en cristales frágiles y diseminados bajo mis pies, pero no el amor que tengo. Quiero cumplir lo que prometí, por una vez; sin embargo, el miedo me aleja.

Pedir que me esperara fue cruel. Fue terrible para mí y para ella. Sigue siendo horrible. Tengo la esperanza de cumplir cada una de mis palabras, rozar sus labios y arrodillarme ante ella declarando una vez más mi amor. Porque ella es como un ángel. Es un verso suelto que me ha conmovido. Se ha convertido en la brisa fresca en mitad del desierto.

“No te marchites, amor mío, porque tú siempre tendrás el corazón de este monstruo. Poseerás por siempre, entre tus hermosas manos de bruja, el hechizo que me ata a ti. He caído seducido y mi condena será amarte durante toda la eternidad. Volveré a por ti, sin saber bien cómo o cuándo, pero lo haré.”

Amar no es pecado, pero a veces es un reto. Y, la verdad, me encantan los retos. Deseo tenerla porque me fascina, agita y envuelve en miles de caricias. Soy el superviviente del dolor, la rabia y la guerra abierta entre los míos. Me llaman príncipe y a ella la llaman bruja.


Rowan, seré por siempre tuyo.

Lestat de Lioncourt   

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt