Crees que no lo sé, pero lloras.
Incluso cuando cantas y sonríes.
No me ves, crees que estás a solas...
Pero, yo estoy contigo aquí, hora tras hora.
Tus huesos están cansados de luchar,
el trabajo es duro y pesado.
Tu corazón está herido por confiar y amar,
pero ese es nuestro pecado.
No has tomado mi mano, pero es tuya.
Del mismo modo mi pasión,
y cada gota de sangre que te arrulla
es para hacer latir tu corazón.
Bajo derechos de autor. Usado para un concurso de poemas internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario