Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 25 de marzo de 2015

Príncipe

No pediré jamás disculpas por mi silencio. No tengo porque pedir disculpas a nadie. No me veo en la necesidad de doblegarme, ponerme de rodillas y rogar porque perdonen los años de abandono. Ustedes me abandonaron a mí. Prefirieron darme la espalda. Me juzgaron por mis amoríos, hablaron a mis espaldas de mis grandes sueños y esperanzas, no creyeron en mis revelaciones y permitieron que me sumiera en un silencio similar al de otros inmortales. Dejé el mundo a un lado, el sendero del Diablo que llevé por el jardín salvaje que siempre fue mi territorio. Soy un cazador, un lobo, y no un cordero. No permitiré jamás que me acusen de mayores delitos que mis crímenes y mi incredulidad, mis deseos de superación y la verdad que he expresado siempre. Quizás soy demasiado visceral, actúo antes de pensar, pero mis corazonadas valen más que cualquier tesoro que puedan ofrecerme.

Nací en otro tiempo, en el cual tenías que crecer mucho antes. Te convertías en una herramienta de trabajo, una mercancía o simplemente una carga. Yo era una carga. Era el tercer hijo que sobrevivía a una larga lista de siete, los cuales terminaron en un foso antes de tiempo. Sobreviví porque me enseñaron a luchar con mis uñas, con mis dientes y con la esperanza depositada en un futuro mejor. Mi madre me hablaba del mundo como si fuese una caja llena de pequeños pedazos mágicos, los cuales tenía que unir con los viajes y sueños que ella había depositado. En estos tiempos, donde la tecnología es un gran avance, tienen al alcance de la mano una cultura, un conocimiento y una verdad menos oscura. Habéis aprendido a iluminar el mundo de forma muy fácil, tan fácil como apretar un interruptor, pero eso no fue así cuando yo era un muchacho. La verdad la he tenido que ir descubriendo tanto como mortal como vampiro.

Sigo siendo humano. Tengo los mismos defectos que tú y que cualquier otro. Tal vez mis virtudes son más destacadas, pero son los defectos quienes relucen como el oro ante los ojos de una urraca. Me han señalado como el pecado, la causa de su dolor, la ruptura de una creencia y la amargura en los labios de cientos. También he sido la luz, el impulso necesario para poder despertar, el aliento que muchos esperaban, el milagro y el artífice de una heroicidad que les han hecho buscarme, conocerme y apreciarme. Poseo tantos enemigos como amigos. Los amigos son amados, pero yo aprecio mucho más a mis enemigos. De mis enemigos aprendo más que de los amigos que siempre me estarán apoyando. Muchos de esos enemigos, que tanto he odiado y maldecido, se han convertido en mis amigos, casi hermanos, y también en un amor tan intenso que no puedo explicar. Soy contradictorio, pero me muestro tal como siento. Por eso, y por mucho más, no daré mis disculpas al mundo. Algunos las apreciarían, pero la mayoría no las creerían.


Me he movido por lugares donde jamás me habrían buscado. He vivido aislado conmigo mismo, casi sin poder soportarme a ratos, y conozco bien la soledad como la he conocido siempre. Pues, en la mayoría de las épocas, he vivido a solas. He sabido que es moverme en soledad pese a estar acompañado. Mi único deseo era tener un lugar, mis raíces, y ahora lo tengo. Vivo en mi castillo, un lugar que fue una maldición más a mis espaldas, y espero que Louis me acompañe, como siempre me ha acompañado su recuerdo, junto a otros inmortales que han sobrevivido al caos, el dolor, el pánico, el miedo, las lágrimas, el duelo y la verdad.  

Lestat de Lioncourt 

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt