Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 21 de marzo de 2015

Te amo por siempre

Armand y Sybelle... Armand ama demasiado a Sybelle, pero es mutuo. 

Lestat de Lioncourt


He aprendido en tus brazos el amor más puro. A tu lado, amor mío, he conocido la senda más allá del diablo. La música se alza, secuestra mi dolor y me hace sentir la vida con fascinación. Pecado, eres pecado. Tus cabellos dorados, bruñidos por el sol, caen en medio de la noche secuestrando la belleza de la primavera. Tus mejillas están siempre rojas, son puro candor, y tus carnosos labios son cerezos que aún están en flor. Te he visto desnuda, como si fueras Venus salida del mar, caminando sobre el suelo de mármol níveo. He contemplado tu adorable sonrisa, la fascinación y magnetismo que ejerce el piano sobre ti, la verdad de tus labios y la mentira de la sombra que aún te atormenta.

Te he amado desde que te conocí. Quise cubrirte con mis alas inexistentes, y entonces deseé ser un arcángel y no un villano. Deseé ser quien cuidara de tus heridas. Por ello te salvé, como hubiese deseado que salvaran mi alma, y renuncié al dolor. Por una vez la felicidad fue rotunda.

Jamás he dejado de amarte. Nunca podré hacerlo. Mantengo la esperanza de permanecer a tu lado hasta el final de mis días. La eternidad muestra apetecible frente a mis cansados ojos pardos, extremadamente fascinante, si ocurre mientras tú rodeas mi cuello con tus brazos de piel de leche. Porque tus brazos no son cadenas, ni cuerdas, ni lazos... son las alas que me faltaban. Provocas que vuelva a creer en la bondad y el amor. Logras que consiga volar más allá de este mundo.


Te amo Sybelle.
Armand  

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt