Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

lunes, 11 de mayo de 2015

Monstruo...

No quiero imaginar el dolor y la angustia que pasó Khayman. Ahora descansa.

Lestat de Lioncourt



Contemplaba como ardía todo. Era un mero espectador. Como si fuese tan sólo una escultura alzada en mitad de la tragedia, sin siquiera comprender las terribles consecuencias que podían ver mis oscuros ojos. Hace tiempo que desconozco el motivo por el cual todo a mi alrededor se convierte en humo, ceniza, fuego y gritos de angustia. La desesperación parece anidar en las almas de aquellos que perecen.

No recuerdo el camino. Me pierdo por los senderos del refugio próximo a nuestro hogar, camino descalzo con los dedos hundidos en el lodo y reaparezco envuelto en cenizas con los ojos llenos de lágrimas. Nada calma el dolor. Es como si dividieran mi corazón en mil pedazos. La escasa cordura que alguna vez tuve se diluye en mi sangre, se convierte en veneno y ese veneno lo saboreo como hiel en mis labios. No disfruto de la vida. En realidad, llevo meses hundiéndome en sueños terribles donde soy un monstruo que se alza apático, terrible y con deseos de venganza. Sin embargo, ya la guerra terminó. Enterramos el cuerpo, las armas y la frustración de otros tiempos. Todo debería estar en paz. Sin embargo, la paz no prospera.

La vida se ha convertido en una rutina. Soy de nuevo un militar al servicio de un ser extraño. Pierdo la capacidad de mi cuerpo, entro en un caos terrible y cuando llego al hogar, sucio y cansado, sólo encuentro unos ojos azules cargados de amargura. Maharet no puede soportar más el dolor de verme convertido en un asesino despiadado. Jamás mis manos estuvieron manchadas de ese modo. Siempre intenté ser justo, pero la justicia no comprende de esas terribles Quemas.

El sudor pega a mi frente mis largos cabellos negros. Mi piel blanca, como el mármol, parece una hoja de papel en la cual se puede leer culpable. Mis ojos oscuros, los cuales contemplan aún las luces tintinean en algunas aldeas cercanas, ven lo terrible que soy cuando me miro en el reflejo del pequeño lago. Me he convertido en un monstruo insaciable, mucho más terrible que la antigua Reina y no puedo dar marcha atrás. Lloro por la tragedia que se avecina. Me aferro a las faldas de Maharet, suplico que me siga queriendo y que no permita que me marche. Pero es imposible. Nadie puede detenerme. Soy un juguete roto en las manos de un sádico.


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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt