Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

jueves, 2 de julio de 2015

Llámalo amor

Muchas veces has cuestionado mis sentimientos como si no me importaras. Me has mirado con una rabia ciega digna del peor enemigo. Has escupido veneno por tus carnosos y encantadores labios. Sentí el dolor y la malicia en cada una de tus palabras, igual que una daga atravesando mi corazón y decapitando cada sentimiento bondadoso que he tenido hacia ti. Debería odiarte, despreciarte, y enterrarte finalmente, con todos los honores y horrores, en el olvido. Sin embargo, me sigues esperando y deseando que me arrodille frente a ti, admita mis pecados y acepte la condena de tus ojos tristes.

Sé que no he sido el mejor de los amantes. Juro por éste prometedor futuro, ese que aún es desconocido, excitante y aterrador, que estoy arrepentido de haber dado la callada por respuesta. Mis silencios se convirtieron en el eco de tus lamentables pasos, en fallos condenables y en pecado abrasador que envenenaba cada partícula de tu alma. Te convertiste en rabia y fuego, en lágrimas y condena, mientras creías que no hallarías jamás la paz. Y, sin embargo, yo hallaba la paz en el hogar de tu cuerpo, en esos brazos mucho más delgados que los míos y en ese rostro, que a veces parece de porcelana fina, empapado en lágrimas.

Me preguntas por el amor y si siento algo similar por ti. Algo que sea puro y condenable en el infierno, que pueda alzarse en los cielos y brillar con cada incontable estrella. Para ser sinceros te amo demasiado. Eres la prueba irrefutable que hay amores incomprensibles, incontenibles, inconcebibles y defectuosos. Sí, estamos defectuosos porque no sabemos mantenernos el uno con el otro, no nos saciamos y nos condenamos a despreciarnos durante algunas noches. ¡Pero, ah! Luego viene el arrepentimiento amargo y terrible, ese que te deja sin descansar durante las mañanas y te hace caminar despacio, arrastrando las suelas de las botas, nada más caer el sol.

No sé imaginar un mundo sin ti. Te has convertido en el bombeo continuo de mi corazón. Jamás sabría expresar con exactitud aquello que alimenta mi vida, pues soy incapaz de olvidarme de ti ni un solo segundo. Ambiciono cada minuto, codicio cada segundo y añoro los momentos que no pasamos juntos. He imaginado miles de sonrisas diáfanas, caricias intensas, besos inquietos y el cortejo de un digno caballero al hombre que ama. Pero soy incapaz de confesarme abiertamente usando todas estas palabras, pues pueden sonar a simple estratagema. Soy un cobarde quizás, pero frente a tus ojos no sé decir más que te amo. Un simple te amo. Un te amo que usan demasiado los poetas y escritores más variopintos, también los jóvenes que sin saber su valor o significado real lo ofrecen como quien regala unos céntimos de limosna a un pobre.

El amor, Louis, no se puede explicar. El amor se debe sentir. Y yo lo siento con todo mi ser. Tú y yo lo sentimos cada noche, aunque estemos separados. Cuando estamos juntos noto que el mundo deja de tener el mismo sentido, comienza a ser una paradoja y los fuegos artificiales estallan en mi cabeza. Hay algo que me impulsa a besarte, tocar tus mejillas como si fueras una obra de arte y destrozar tu camisa para deslizar mi húmeda lengua por tus rosados pezones. Muchas veces te he dejado desnudo, como la Venus salida de las aguas, permitiendo que me excitara como ahora mismo lo estoy haciendo de tan sólo recordarlo. Si quieres saber que es el amor y la pasión sólo tienes que mirarme a los ojos, buscar mi boca y dejar que te pegue a la pared, desnude tu cuerpo y te haga mío una vez más. Mi sangre será tu sangre, tu sangre será mi sangre, y nos convertiremos en una amalgama de caricias tórridas, palabras impronunciables y exceso. Deseas saber si me comprometo a permanecer a tu lado, siendo algo más que el príncipe que todos contemplan y señalan como si fuese un Dios griego, cuando sólo tienes que desnudarte recostándote en la blanca espuma de mis sábanas de seda.


Quiero ser tu demonio y que tú te conviertas en mi ángel. Deseo que seas la sangre que haga bombear mi corazón. Necesito el veneno de tus ojos verdes cargados desesperanza, necedad y locura. Tus manos me quemarán como nunca lo han hecho y yo te marcaré como jamás lo he intentado. Por favor, ven a mí.

Lestat de Lioncourt   

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt