Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

martes, 25 de agosto de 2015

Esperanza y soledad

Armand a veces me da pena, pero luego recuerdo que le gusta vengarse de mí y se me pasa.

Lestat de Lioncourt


Las luces de la ciudad parecían luciérnagas. El mundo entero estaba sumido en una calma extraña. En medio de aquel departamento, subido en el último piso del rascacielos, poseía una vista inimaginable de aquella enigmática ciudad. Cada calle tenía un sonido distinto, pero idéntico al de cualquier otra en cualquier otro lugar del mundo. Las farolas iluminaban algunas zonas oscuras, pero eran sobre todo los luminosos los que impactaban a los viandantes y los animaban a consumir. Las ciudades permanecían despiertas de día y de noche, pero Nueva York era distinta. Es un mundo completamente distinto. Posee una vida nocturna muy atractiva, al igual que otras como Las Vegas, París o Madrid. Sin embargo, era Nueva York la ciudad elegida para situarme en el mapa, volver a ser quien era y lamer mis heridas.

Pero, ¿quién soy yo? ¿Qué soy yo? ¿Hay algo más en mi vida que permanecer atado a la eternidad matando cada noche? Si miro mis manos las veo níveas, casi infantiles, pero son las de un asesino. Mis labios han probado numerosos cuellos, mi nariz ha olfateado demasiados perfumes y mis brazos han acogido a miles de almas perdidas. Ahora vivo en una colmena donde hay miles de zánganos. Escucho el zumbar de sus corazones muy cerca de mí. Es tentador. La sangre bombeando en sus corazones, viajando por cada una de sus venas, me atrae como las moscas a la luz.

La música del piano no cesa, pero tampoco la del violín. Es como si fuese una pequeña caja de música que se destapa a ciertas horas de la noche. A veces huyo de ellos, me distraigo en soledad, y decido ser un asesino cruel e incontrolable. Pero también soy el joven con modales distinguidos que se deleita de la ópera, aplaude en una obra de ballet o sueña en el cine con las estrellas que impactan contra la gigantesca pantalla con sus historias llenas de drama, comedia y fantasía.

Soy un monstruo moderno. Uno de esos vampiros que han vivido demasiado en poco tiempo. Ya son más de cinco siglos, pero sigo pareciendo un adolescente. Mi boca carnosa, mis rasgos sensuales y la estrecha espalda que poseo me hace ser atractivo a ojos de cualquier condenado. Parezco un ángel. Si entro en una iglesia muchos me beatificarían por mi belleza y consagrarían sus oraciones a mis pecados. Ilusos.

Ayer maté. Abrí el pecho de un muchacho, enterré mis manos en su pecho y saqué su corazón. Bebí de él. Lo disfruté. Me encantó. Gocé. Fue fantástico tener la sangre manchando mi boca y corriendo por mis venas. Pero no dejé de estar vacío. Un vacío que pocas veces logro llenar con el amor de los compañeros que viven conmigo, pero la soledad permanece. No sé huir de ella. Quiero hacerlo, necesito hacerlo.


Sólo me queda la esperanza de los nuevos tiempos... y esas hermosas luces tintineando en el horizonte.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt