Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 30 de agosto de 2015

The key

David y Daniel hacen un buen equipo, aunque todos somos uno en estos momentos. Ya estoy deseando saber qué demonios ocurre.

Lestat de Lioncourt


La noche había llegado. Era otra más en el calendario. Pura rutina para muchos bebedores, pero no para él. Se hallaba a kilómetros de distancia del lugar donde le esperaban, como solían hacerlo en cada ocasión que la radio salía al aire. Allí, encerrado en su viejo despacho, revolvía los antiguos documentos que una vez amontonó en un cajón. Había cientos de notas, apuntes y pequeñas tarjetas donde se marcaban fechas, las cuales para otros no tendría la más mínima importancia. Él conocía los misterios de esos archivos, del mismo modo que conocía cada recoveco de aquella gigantesca casa.

Había tenido todo. Era el hijo predilecto de un padre que, lastimosamente, sólo pudo retenerlo a él en éste mundo. No fue lo que todos esperaban, pero finalmente comprendieron que la felicidad era mayor a las obligaciones. El hijo de un lord, un hombre culto y noble, lleno de misterios. Alguien que había tenido todo en la vida, pero lo había dejado atrás por lo que sostenía entre sus jóvenes dedos.

No estaba lejos la sede de Londres, la de la vieja Orden de Talamasca, que tenía raíces tan antiguas como misteriosas para sus miembros. Pero la verdad estaba saliendo a la luz y convirtiéndose en pequeños corchos a la deriva de un mar terrible. La tormenta estaba agitando demasiado las aguas. El mundo se estaba convirtiendo en una carrera contra reloj en busca de la verdad.

Hacía unas semanas un viejo conocido, el fantasma del Ladrón de Cuerpos, se apareció frente a él hablándole de problemas, de algo que estaba a punto de suceder. Estaba en alerta. Se encontraba demasiado tenso para estar en una habitación rodeado de aquellos que amaba. Incluso rehuía estar con Jesse. David necesitaba paz para ordenar cada uno de sus pensamientos, organizar los antiguos testimonios y comprender porque aquel ente revolvía entre los ficheros que logró sacar de la sede cuando empezaron a ser informatizados.

Daniel se paseaba por el pasillo, como si fuese un centinela, observando los rostros en los viejos cuadros que colgaban de los muros. Aquella casa tenía personalidad. Una personalidad rígida, muy inglesa, llena de rincones oscuros y de un servicio atento a cualquier deseo. Pero ellos no necesitaban nada. Ni siquiera querían que se acercaran demasiado.


El joven vampiro, y viejo periodista, quería entrar en el despacho y preguntar si había encontrado algo. Sin embargo, se abstuvo. Dentro quedó durante toda la noche David con la única compañía de un viejo reloj de pie que iba marcando la hora. Tenía allí la clave de algo importante, ¿pero qué era?

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt