Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

jueves, 17 de septiembre de 2015

Perversa

Otro trozo del diario de Claudia. Espero que lo disfruten...

Lestat de Lioncourt


No siento aprecio por nada. Observo los escaparates y veo muñecas, muñecas muy similares a mí, y las aborrezco. Detesto mis hermosas botas de charol, los caros trajes llenos de encajes y los refinados tocados de lazos perfectos. Odio contemplarme al espejo con mis encantadores rizos dorados, los cuales adornan de manera excesiva mi dulce cara de niña. En mis ojos no hay inocencia, sólo el vacío de cualquier ilusión. He perdido la esperanza.

La poesía antes me alimentaba, resultaba un bálsamo para mis heridas y me mantenía despejada. Ahora parece que la locura me lleva y me irrita. Me ahogo en mis propias desdichas y sonrío, pues todos desean a una perfecta muñeca a la cual besar, adular y agasajar con sus mejores obsequios. No me interesan los libros, ni las muñecas y tampoco las bonitas cintas que pueden colocar en mis cabellos. Tengo otros intereses mucho más adultos. Necesito comprender el mundo desde otra perspectiva, pero no puedo. Ellos me lo impiden.

Suelo observarlos. Me coloco en el balcón y los contemplo caminando por la calle. Van a la ópera, al teatro, a caminar sin más por el barrio luciendo sus mejores vestimentas y sonríen a las damas que suspiran por ellos. Ellos, mis padres. Todos mueren por querer estar a su lado, para luego irse al otro mundo con una tonta sonrisa en sus labios. Louis es más sencillo, su mente es manipulable, pero Lestat no lo es. Lestat posee una privilegiada mente para el mal, sin embargo está borracho de felicidad.

Yo soy una arpía. Reconozco que soy un monstruo. Deseo agarrarlos a ambos y decapitarlos como a muchas de mis muñecas. Pero el rencor, la ira, el dolor, el saber que siempre seré así hace que no me baste eso. Quiero verlos sufrir. Necesito que sufran.


Soy mala, lo sé, pero las niñas malas también suelen ser mujeres perversas, instruidas e inteligentes.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt