Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 13 de septiembre de 2015

Tecnología

Daniel Molloy ha vuelto a dejar su columna semanal. Gracias por recordarles a todos que soy un inútil con los teléfonos móviles...

Lestat de Lioncourt

La tecnología nos rodea y se ha convertido en algo imprescindible. Todos los días despertamos con una nueva noticia sobre ésta. Es como si nos atacara sin previo aviso y nos dejase claro que no podemos vivir sin ella. Todo está informatizado hoy en día. Las familias se comunican mediante las redes sociales y las tediosas reuniones, aunque necesarias, ya no son tan habituales. Los amigos cada vez son más lejanos. Vivimos atrapados por la pantalla de un pequeño ordenador que cabe en nuestra palma de la mano, el cual llevamos en nuestro bolsillo y que se ideó para llamar a otros, escuchar su voz y sentirlos cercanos. Seamos sinceros, el teléfono móvil se usa para cualquier cosa menos para llamar. Pocas llamadas realizamos y son cientos los mensajes que hacemos al día.

Cuando conocí a Armand apenas sabía lo que era un teléfono fijo. Era impresionante que una criatura de algo más de cinco siglos desconociera como llamar. Todavía recuerdo como me perseguía con la guía telefónica deseando que marcara teléfonos al azar. Deseaba conocer el mundo a través de los nuevos inventos, los cuales había pasado por alto porque no conocía a nadie que le ofreciese dicha información. Se convirtió en un pequeño vicio y ese vicio ahora es virtud.

La mayoría de los vampiros jóvenes, y no tan jóvenes, sabe manejar un teléfono móvil. Lestat es un caso a parte, pues es incapaz de recordar su uso por más de unas noches. Armand, como he apuntado antes, es un adicto de las nuevas tecnologías. Se siente atraído por los nuevos electrodomésticos igual que una mosca a la luz. Está completamente extasiado por las nuevas videocámaras, grabadoras, ordenadores personales, e-book y todo lo que pueda conseguir. Para él la tecnología avanza demasiado rápido, pero el ser humano no.

Los mortales usan la tecnología para su beneficio, pero a veces ese beneficio está destinado al armamento. Se crean numerosas armas, cada vez más cualificadas para destruir al mundo entero únicamente pulsando un botón, pero no se desarrolla con éxito máquinas que puedan salvar vidas. Pocas son las que terminan desarrollándose, vendiéndose y utilizándose. Tanta tecnología para nada, ¿verdad?


Aunque no suelo coincidir con Armand, pues somos polos opuestos, os aseguro que comprendo su inquietud y sus palabras sobre el hombre moderno.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt