Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 8 de noviembre de 2015

Revolución

Daniel Molloy habla aquí de los miedos y como evitan revoluciones. 

Lestat de Lioncourt 


Los miedos son un lastre que nos evita seguir hacia delante. Conozco bien la sensación de querer huir y esconderse en una trinchera, esperar que la guerra pase y rezar porque sea rápido. Intentas evadirte, evitar enfrentamientos y lágrimas. Aceptas las explosiones y metralla como algo más de la vida, pero a la vez curas tus heridas alejado de todos y sin queja alguna. Es aceptar unas cadenas que no te pertenecen y terminan hiriéndote en lo más profundo. El miedo es lo peor que puedes tener, pues coartan tu libertad y tu deseo de superarte. Los miedos son asesinos de la creatividad y las mentes brillantes, castigo injusto y peligrosos aliados.

Hay quines tienen miedo a decir lo que piensan porque temen ser castigados con la diabólica soledad. Ésta sociedad te juzga en pocos segundos y te clasifica. Evidentemente es un lugar competitivo y todos quieren ser líderes, aunque no posean cualidades. Nadie quiere ser un borrego más en la manada. Sin embargo, terminamos siéndolo al intentar agradar a otros. Somos animales sociales y buscamos el confort. Aunque hay quienes salen de ese círculo de confort, por mucho que desee ser amado, porque sus mentes son inquietas y aún más sus lenguas. Un claro ejemplo es Lestat.

¿Cuántas veces hemos visto a Lestat quedarse de brazos cruzados ante una posible disputa? Las discusiones son frecuentes, las guerras internas que posee su alma son insaciables y es un monstruo imposible de contener. Ha experimentado consigo mismo y los límites de la eternidad. Sus palabras han movido el corazón de miles, ha logrado inspirar a artistas y ha invocado a seres diferentes de ésta, tuya y nuestra, tribu.

La revolución son actos y palabras, ideas que surgen y germinan en corazones dispuestos a todo. El miedo puede que devore muchos sueños, pero hay soñadores que no permiten quedarse estancados. Siempre habrá alguien que hable mal a tus espaldas, personas sin valores que detesten que tú poseas cierto orgullo y gente sin honor que se dediquen a humillar a otras buscando la fama fácil. Hay quienes se han labrado un nombre en éste mundo gracias a guerras, mentiras y programas de televisión donde despiezan a otros como cadáveres. También tenemos el ejemplo perfecto en páginas de las diversas redes sociales. Actualmente los gobiernos están controlando más y más la información, evitando éstos casos pero también a las personas que intentan abrir una brecha. El problema no es la falta de legislación, sino la falta de educación. Muchos buscan guerras con otros en vez de abrir guerras consigo mismo.


La verdad prevalece, lo justo acaba convirtiéndose en algo esencial y lo demás, que son las mentiras y la falta de honor, acaba destrozando el alma de aquellos que inician miedos, sacuden los cimientos ajenos o provocan aversión. Hay que salvarnos de los miedos y de aquellos que los crean. Debemos olvidarnos de la opinión ajena, sacrificar consejos y arriesgarnos. Quien no arriesga no gana. No se puede vivir con supuestos y remordimientos de no haber vivido lo suficiente.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt