Daniel nos habla de las manías... ¡Ah! Tengo muchas.
Lestat de Lioncourt
Los viejos vicios persisten tras la
conversión. He sido testigo de ver, en diversos y numerosos
compañeros, costumbres o comportamientos raros o con una alarmante
preocupación injustificada. Se obsesionan con cifras, el arte o con
un tipo de vestimenta. Forma parte de ellos, quizás, es como una
forma de aferrarse a lo que fueron o pudieron ser. El caso más
llamativo es el de Marius.
He convivido con Marius a lo largo de
casi dos décadas. Armand se deshizo de mí, preocupado y molesto
consigo mismo, porque era incapaz de controlar mis fobias y terribles
momentos de descontrol. Había quedado prácticamente aislado cuando
Marius accedió a cuidarme. Desde el momento que Akasha murió
prácticamente fui sentenciado a convivir con un vampiro milenario,
el cual no suele tener sobrada paciencia. Para él fue un reto y para
mí un milagro.
Marius es incapaz de comenzar a pintar
un lienzo sin salir antes a la calle, visitando museos y diversos
antros, porque sólo así se siente inspirado. A veces pinta frescos
y siempre lleva consigo algunos botes de pinturas, brochas y diverso
material en un pequeño maletín de cuero. Ha intentado, por activa y
por pasiva, dejar sus viejas vestimentas en el olvido. Sin embargo,
desde la última reunión volvió a buscar sus túnicas dejando a un
lado los formales trajes a medida que había ido adquiriendo. Para él
los pantalones son incómodos y una ropa bárbara. Hay que tener en
cuenta que son prendas que implantaron los celtas, raza que también
está vinculada en sus orígenes en más de una ocasión, pero no lo
soporta. También hay que reseñar su pasión por el rojo, cosa que
provocó que acabase salvando a Armand cuyos cabellos le recordaban
al fuego y al color que tanto ama.
Pandora también tiene sus pequeñas
manías con la ropa y colores, pues el color rojo también predomina
en su vestuario. Así como Arjun o Seth que visten acorde a sus
diversas culturas y costumbres. Lestat tiene una peligrosa obsesión
con las botas, pues ama tener botas similares a las que una vez llevó
cuando era un joven hijo de un marqués, así como con camisas de
chorreras. Petronia se obsesionó con su trabajo como artista y
joyera, provocando que los camafeos fueran su mayor distracción y
símbolo de distinción entre el resto. Armand está obsesionado
peligrosamente con la tecnología y con diversos artistas. Khayman
llegó a estar horas escuchando canciones de Lestat en su época de
rock star. Por mi parte, como no, sigo pendiente de las noticias y me
gusta colaborar con Benjamín, el cual posee una predilección
terrible hacia los sombreros y objetos que pertenecen a otras
personas. Maharet amaba tejer y se desentendía del mundo cuando lo
hacía. David Talbot sigue adicto y activo en su viejo trabajo de
recolectar historias. Louis colecciona crucifijos y Flavius o Avicus
son muy dados a coleccionar libros.
Si destripara el comportamiento de
todos y cada uno de mis compañeros, o conocidos por medio de otros,
podríamos ver que tienen diversas obsesiones y características que
los hacen únicos. Es cierto que puede llegar a ser complicado, e
incluso un gran problema si sois mortales, pero éstas manías
parecen mantenernos unidos a la inmortalidad. Es parte de nosotros.
Sin duda alguna es una forma de no olvidar quienes fuimos.
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