Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

martes, 23 de febrero de 2016

Honestidad

Este texto lo he hecho al rememorar mi pasado y darme cuenta de lo que he vivido. Muchas veces confundimos amor con necesidad, amor con crueldad, amor con mentiras o simplemente amor con no estar solos. No fue literalmente así como sucedió, ni mucho menos, pero he querido reflejar esto en un texto que muchos pueden darse por aludidos. Ahora me doy cuenta de mi error gracias a la persona que tengo a mi lado.

HONESTIDAD

La honestidad cayó como un disparo que hirió sus frágiles oídos. Cayó de espalas precipitándose sobre la cama, pero sintió que era una caída de varios pisos como si el pavimento, en vez de un mullido colchón, le esperara. La crueldad de aquel mensaje fue fatal. Su corazón se quebró en mil pedazos. Jamás pensó que su felicidad era tan frágil.

Ese momento, el cual fue el inicio y el final de su vida, se convirtió en un recuerdo recurrente. Solía entrelazar sus dedos y arrodillarse a los pies de su cama, mirar el crucifijo sobre el cabecero y rezar con la pasión de un beato por no creer lo que había sucedido.  Él se había marchado dejando al ave libre, pero la jaula siempre le pareció acogedora. No sabía volar. Sus alas habían sido cercenadas y su canto sólo se escuchaba bajo esas inquietantes caricias. Era esclavo del deseo y del dolor. Se había convertido en un juguete abandonado y ahora se sentía sentado sobre un montón de desechos.

Por eso no podía creer que el amor había llamado de nuevo a sus puertas. Un amor puro y complaciente. Necesitaba quizá sufrir para poder sentirse amado. Algo en él estaba roto. El mecanismo de su alma se había vuelto disfuncional. El mundo se había derrumbado y él seguía aplastado bajo los cascotes.


Algún día se daría cuenta de lo estúpido que estaba siendo. Pronto comprendería que el amor no es dolor, ni pecado y no era sólo carne. El amor era alma pura encendida por una sola caricia. El amor era lo que el otro joven, de aspecto brusco pero corazón tierno, le ofrecía. Un muchacho que siempre parecía frío, pero que a su lado se convertía en verano. 

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt