Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 10 de febrero de 2016

Sofá

Nada tiene que ver con las Crónicas. De nuevo un texto sin más.

SOFÁ.

Durante largos minutos no pudo apartar sus ojos de él observando como al fin descansaba, y su respiración subía y bajaba lentamente, mientras que algunos mechones, de su cabello oscuro, caían irremediablemente sobre su frente. Se preguntó reiteradamente qué demonios podía estar soñando, sobre todo porque esa sonrisa delataba que no estaba siendo una pesadilla. Imaginó los diferentes motivos, enumerándolos de menor a mayor probabilidad, mientras daba algunos sorbos a su café, oscuro y cargado, para poder empezar la jornada.

Aquel cuerpo, ni grande ni pequeño, ligeramente estilizado y absolutamente relajado era su talón de Aquiles. En realidad, lo era él. No sólo su cuerpo, sino el alma que lo animaba. Lentamente se había colado en sus venas ese maldito veneno llamado amor. Nunca había sido romántico, ni se consideraba que lo era, aunque sí era detallista. Intentaba que él supiera que estaba ahí, aunque pareciera distante, y que podía contar con su hombro si necesitaba desahogarse. En definitiva, había llegado la persona idónea para preocuparse y meditar cada una de sus estúpidas y torpes acciones.

Acabó por levantarse, llevar la taza hasta el fregadero y encerrarse en el aseo. Necesitaba despejarse y la mejor forma, a su parecer, era una ducha caliente que terminara en un aguacero helado. Quería quitarse los malos augurios de encima y disfrutar al fin de esa paz, esa pequeña porción cedida desde un cielo distinto al habitual, porque sentía que realmente se lo merecía tras tantos años luchando, parando cientos golpes y esquivando otros.

Él sabía que quizá no era el mejor partido, ni el más atractivo, tampoco la persona más sensata o apropiada. Podía ser demasiado orgulloso, testarudo, perfeccionista y egocéntrico; pero también sabía que perseveraba demasiado y sabía aprovechar al máximo cada oportunidad en ésta vida. Había aprendido bien que era sufrir y por eso ahora no podía dejarse llevar, ni rendirse de ninguna forma. Sabía que debía aprender a escuchar, a no dejarse llevar por impulsos inútiles y a sonreír, quizás, un poco más.


Nada más terminar salió fuera, eligió cualquier prenda y se sentó al otro extremo del sofá. Entre sus manos llevaba un libro de poesía y leía para sí cada verso, saboreándolo como había saboreado el café. Comprendió que aquello no era un trozo del paraíso, sino el cielo en sí mismo. Sobre todo cuando él se incorporó y besó su recién afeitada mejilla.  

1 comentario:

MuTrA dijo...

¡Hola!

Vaya... He estado cotilleando un poco tu perfil (me aburro un poco en clase hoy) y me he dado cuenta que tienes unos cuantos blogs ya. Algunos parados desde hace tiempo y otros siguen aún en activo, cosa que no esperaba, como el de William Rose, por ejemplo, jejeje...

¿Hay, por algún casual, alguna forma de ponerme en contacto contigo de forma más... Directa? Desde que empecé el curso en el que estoy me temo que no he encendido el pc más de tres veces, pero me gustaría volver a tener contacto contigo, siempre que estés de acuerdo y te parezca bien. Echo de menos nuestras charlas, para serte sincera.

Genial esta pequeña pieza, como lo son siempre todas tus creaciones, mayores o no tanto. Siempre me sorprendes, me sacas una sonrisa y despiertas mi nostalgia.

Un saludo y un abrazo,

"MeKaRe."

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt