Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

martes, 1 de marzo de 2016

Amores libres

Antoine y su amor. Digamos que es normal que quiera ayudar a quien le salvó la vida... aunque creo que es más bien a quien ama realmente.

Lestat de Lioncourt 

Desearía curar su dolor con mi música pero hay almas que es imposible de rescatar. Por mucho que me esfuerce su dolor se abre nada más contemplar los frescos del techo. Parece desear no olvidar el pasado porque le mantiene vivo o quizás lo suficientemente cuerdo como para no arrastrarse hacia un bucle de soledad, dolor y pesadumbre. Sus ojos oscuros muestran una luz opaca terrible que cuando me observan, merodeando los míos, siento que caigo en el mayor de los infiernos.

Hoy he tocado para él. Suelo hacerlo. Sybelle se fue colgada del brazo de Daniel Molloy tras una visita fugaz. Benjamín les acompaña intentando tomar contacto en los palcos con importantes periodistas, pues siempre está investigando e intentando encontrar la clave de diversos misterios que se ocultan en las cloacas de la ciudad. Todos tienen sus ocupaciones salvo yo. Armand inclusive trabaja desde su ordenador revisando sus acciones en bolsa, indagando sobre nuevos negocios y compra de edificios que pueden servir para sus intereses privados o públicos. Pero yo sólo toco. Toco el piano y el violín como hilo musical. A veces me siento encerrado en una caja de música. Sin embargo, siento que hago algo cuando él sonríe ligeramente y asiente dulcemente con su cabeza.

Mis dedos se han movido veloces sobre las teclas mientras me impulsaba y alcanzaba la satisfacción personal. Una de mis últimas obras ha sido la que ha sonado con mayor belleza y entrega. El nombre que reza sobre la partitura es “Querubines en el Infierno”.

Armand se ha acercado al piano apoyándose en él. Me ha observado durante más de media hora mientras me dejaba llevar por el momento. He podido comprobar que sus ojos brillaban con una pequeña chispa de amor o quizá cariño. Una chispa que ha encendido la hoguera de mi esperanza. Desearía que fuese feliz. Sólo pido que sea feliz. Ni siquiera pido que sea gracias a mí. Me conformaría con saber que una vez en su larga historia ha sido dichoso, sin miedo a fracasar o sentir que la felicidad se quiebra bajo sus pies.  


Él es un querubín que vive en un infierno que se desató sin que él tocara a la puerta. Es un ave atrapada en una jaula y desea volar libre, pero ha olvidado sus alas. Tal vez alguien pueda salvarlo. No me importa si mi amor no logra romper sus cadenas ni curar sus heridas. Mi gran sueño es poder mirarle a los ojos y ver la libertad tatuada en sus pupilas. Sé que es sentirse hundido en medio de la oscuridad perdiendo toda esperanza. No quiero que quede ciego en una marea de dolor donde lleva demasiado tiempo. 

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt