Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 23 de marzo de 2016

Esas conversaciones...

—¿En qué piensas?—preguntó rompiendo el silencio que había entre ambos.

El sello se había roto liberándome de la soledad que persistía desde hacía más de dos días. Decidí salir de mi castillo y recorrer las junglas como lo hizo una vez Mekare. Quería sentir el peso que ella había arrastrado durante siglos hasta el aislamiento para luego regresar a mi castillo, sentarme en mi cómodo sillón de orejas y quitarme las botas llenas de fango mientras el fuego crepitara a mi lado. De algún modo él comprendió que necesitaba dejar “nuestra conversación” para tener la mía propia.

—Han aparecido cientos de espíritus y fantasmas en estos últimos meses—dije.

—Sí, ¿tienes alguna pregunta al respecto?—dijo como si fuese mi viejo amigo David Talbot. Prácticamente pude sentir sus manos apoyándose en mis hombros y sus labios rozando mi oreja derecha. Sin embargo sólo fue un delicioso cosquilleo por mi columna vertebral que me animaba a confesar.

—Louis dice que él ha aparecido aquí, en mi castillo y en las calles más bulliciosas de París, pero yo no lo he visto. No he podido verlo—apreté los brazos del sillón y eché la cabeza hacia atrás dejando que mis rizos se esparcieran sobre el respaldo.

—Hablas de tu primer amor—susurró tras un largo suspiro.

—He recorrido el mundo entero y no he hallado nada. No hay respuesta a no haberlo encontrado en los lugares donde ese supuesto demonio me llevó, ni en los diversos lugares donde juramos lealtad y tampoco en otros que ni siquiera sospechamos de su existencia—me llevé las manos al rostro para frotarlo y luego volví a dejarlos lánguidos a ambos lados de mi cuerpo—. Amel... tú sabes algo... tienes que saberlo.

—No tengo toda la información de este mundo, ¿sabes?—respondió—. ¿Acaso crees que Louis miente? No miente. Vio un fantasma y decía que era Nicolas. Ese fantasma le atacó, Lestat. No es un fantasma amigable y si aparece ante ti lo hará del mismo modo. Dudo que se permita el lujo de no aparecer para incordiarte. Creo que sólo espera el momento adecuado—dijo provocando que me incorporara—. Puedes sentir presencias. Sé que aquí hay varias y las notas, ¿no es así? Quién dice que no sea él...

Deseaba volver a ver a Nicolas por el simple hecho de pedirle perdón por mi torpeza. Quería perderme en sus ojos oscuros tomándolo de sus fantasmagóricas manos y aceptar su rabia. Aceptaría todo su dolor y su rabia a cambio de poder decirle todo lo que me callé aquellos días.


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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt