Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 23 de abril de 2016

Mensaje de una madre

Me he encontrado esta nota arrugada y para mi sorpresa es de mi madre. Creo que está equivocada sobre que no la necesito. Todos necesitamos a nuestras madres por adultos que seamos. 


Lestat de Lioncourt


Había permitido que se fuera con él. Acepté mi derrota. No podía retenerlo más entre mis brazos y bajo mis faldas. Todo pájaro debe salir del nido y aprender a volar una vez llegado el momento. Él siempre había mostrado un espíritu combativo y sabía que si permanecía en el pueblo acabaría destruyendo todo lo que era, del mismo modo que yo lo había hecho para asumir una vida vacía e indigna.

Su último beso fue terrible para mí. Como toda madre comencé a angustiarme por su felicidad y seguridad. De inmediato soborné a mis hijos mayores para que no salieran como perros de presa tras él. Un par de bolsas con algo de dinero para ambos y se olvidarían de Lestat en la taberna. Su padre sí alentó a sus vástagos a ir contra el más joven, pero él estaba en la ruina y no logró siquiera mover ni uno de los músculos de ambos.

Si escribo esto no es por nostalgia. Ni siquiera es porque crea que el mundo debe saberlo. Sólo escribo porque quiero liberar mi mente de ciertos recuerdos. Estoy frente al castillo que fue mi prisión y dentro está mi hijo sintiéndose demasiado halagado por ser el “Príncipe” de todos nosotros. En una de las torres, la que fue mi celda, puedo ver la silueta de mi nieto observándome desde hace más de media hora. He decidido tomar la libreta y escribir para desahogarme porque me aterra.

Tengo un nieto que es idéntico a su padre en muchos aspectos y no sólo en su físico. Veo en él su mismo espíritu pero con una inteligencia superior aportada por una educación esmerada. Desearía estrecharlo entre mis brazos y decirle que estoy orgullosa de él, pero sonaría tan falso como decirle que le amo. Es su parecido el que me hace quererlo vivo y al lado de su padre. Sé que Lestat lo necesita y que no será capaz de arrancarlo de su lado como yo lo hice con él.

Hace unas horas estaba en París merodeando las calles que me vieron surgir como una flor nueva, venosa y de agradable aroma. Cualquiera que me haya visto habrá creído que soy un hombre joven intentando encontrar un lugar donde entretenerse. He entrado en una de las librerías y he adquirido varios libros, después he comprado un nuevo sombrero en una de las tiendas del centro y me he sentado en un café durante más de una hora tras pedir unos cuantos café.


Durante esas horas he pensado en Sevraine y he deseado que estuviera a mi lado. En ese momento me he percatado porqué Lestat huyó de Auvernia. No sólo hizo porque tenía grandes sueños. Él se marchó porque tenía a alguien con quien compartir su vida y por ende su historia llena de futuras victorias y fracasos. He querido regresar de inmediato pero antes quería verlo a él, pero en vez de verlo para despedirme, cosa que no suelo hacer, me he quedado fuera en los jardines contemplando la monstruosa silueta de ese castillo y escuchando los fuertes corazones que se hallan encerrados en él. En ese lugar está Rose, la criatura que él logró rescatar, su hijo Viktor, Louis y Talbot que posiblemente está reunido con él para solventar ciertos asuntos que nos confieren a todos. Me he dado cuenta que no me necesita y que soy yo quien recurre a él para que no me olvide. El ave aprendió a volar y yo debo regresar a mi nido, junto a mi compañera y contarle todo lo que he sentido.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt