Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 21 de mayo de 2016

Recordando

La niña descansaba recostada en un sofá arropada con mi chaqueta. Acababa de perder a su madre y sus abuelos no querían saber nada de ella. ¿Qué podía hacer? No sabía cómo actuar en ese momento. Ella no era un cachorro que me encontraba en mitad de una nevada. No podía ponerle un collar y fingir que era humano ante sus hermosos ojos azules. Me encontraba debatiéndome entre dejarla en un orfanato o buscar algún lugar donde pudiera cuidarla. Pero mis dudas cambiaron en tan sólo segundos. Recordé las veces que he ido de visita a uno de esos lugares tan sombríos y vacíos de amor.

Rápidamente pensé en Claudia. Ella tenía una edad similar cuando la arranqué de una cama hospicio prácticamente moribunda. Rose estaba sana y parecía una niña que había vivido pequeñas aventuras junto a su madre. Posiblemente no hubiese tenido una gran infancia con una mujer que perdía la cabeza muy seguido. Sin embargo la había amado, alimentado y protegido hasta ese día. Ella necesitaba amor porque sabía que era eso. No quería cometer la estupidez de convertirla porque fue un fallo imperdonable, además la niña no iba a morir.

—Voy a quedarme contigo. No eres un cachorro perdido, pero me necesitas tanto como dicen que el mundo necesita mi torpeza—sonreí arrodillándome frente al sofá mientras despejaba su frente. Era hermosa y parecía hecha con los mejores pinceles de Marius. Estaba viva y refugiada en sus sueños.

Pensé en varias personas que podían cuidarla y caí en la cuenta que conocía a las indicadas. Hacía tiempo unas mujeres se sentaron cerca de mi mesa favorita en un pequeño y coqueto café. Suelo ir a los cafés como cuando era tan sólo un humano y escucho las conversaciones, discuto sobre temas intranscendentales y me río de la política llena de sinvergüenzas que ya no ocultan su desfachatez. Ellas se quedaron horas conversando conmigo y noté el amor que poseían. De vez en cuando solía ir y ellas están allí.

Muchos creerían que dejar una niña al cargo de dos mujeres es una locura. Hay quienes están en contra de los matrimonios del mismo género. La sexualidad nunca ha sido un tabú o un problema para mí. Tal vez siempre he sido un hombre adelantado a mi tiempo y que ha optado por no clasificar a otros según su sexo, género o sexualidad. Sería un error clasificar a las personas como productos del supermercado dejándolos a cada uno en una estantería. Es un error que alguien le importe más con quien te acuestas que el poder el amor que puedas ofrecer. Al igual que es un error el racismo cuando todos somos una mezcla poderosa y extraña. Las familias son diferentes y siempre lo han sido pero no se ha tenido la posibilidad de mostrar un abanico tan amplio. Las madres solteras, viudas y divorciadas son un hecho en nuestra sociedad desde hace algunas generaciones. Las familias “convencionales” no siempre te ofrecen el amor que deberían. Mi padre era un tipo bastante mediocre y mi madre se veía hundida en una depresión terrible. Los padres solteros también son un hecho debido a la viudez de estos o por otras razones más complicadas. Así que dejar una niña en brazos de dos mujeres para mí no era problema, pero debía saber si ellas querrían a la pequeña.

Siempre había escuchado su amor por los niños, los animales, los jardines llenos de flores y sus respectivos trabajos. Hablaban de lo hermoso que sería tener a alguien en sus vidas a quien cuidar y al contemplarla a ella, al ver su dulce rostro, pensé que era el milagro que necesitaban. Decidí llamarlas de inmediato y se personaron en la oficina de mi abogado, donde me encontraba, para hacerse cargo de la menor.


Ahora Rose es una mujer adulta que puede valerse por sí sola. Es una joven llena de inteligencia y vitalidad. Desearía retenerla por siempre en mis brazos sintiendo su perfume y escuchando sus palabras llenas de cariño, respeto y orgullo. Pero ella es como un pequeño pájaro que es mejor ver en libertad. Me siento orgulloso como un padre aunque para ella sólo soy su tío Lestan. Me pregunto si alguna vez tendré agallas para contarle la verdad o simplemente desapareceré del mismo modo que llegué a su vida...

Lestat de Lioncourt

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt