Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 22 de octubre de 2016

Deirdre, mi Deirdre

Lasher fue un nombre que conocí, pero no vi su cuerpo. Comprendí más o menos su historia, pues aprendí muchas cosas de esta familia. 

Lestat de Lioncourt 


Para ellos soy un monstruo, pero sé que fui la esperanza de una mujer torturada y atada a una vida insípida. Ella, Deirdre, yacía sentada en un porche mirando la nada esperando ser rescatada. Aunque yo no pude hacer nada más que ofrecerle una mentira, un jardín florido, palabras hermosas, caricias delicadas sobre sus mejillas gracias a mis besos y aliento, por lo menos hice algo más que drogarla y vejarla como mujer. La amaba. Amaba a esa criatura desde su concepción. Odié a Cortland Mayfair por dejar allí abandonada a quien fue su amante, por no hacer frente a la verdad, y permitir que le arrebataran el fruto prohibido que llevaba en su frente. Admito que disfruté arrojándolo por las escaleras.

Mi nombre es Lasher, no obstante puedes llamarme Impulsor, El Hombre... Diablo. Soy el guardián de una verdad de raíz amarga y fruto venenoso. Me alzo en mitad de la nada con una sonrisa y unos ojos peligrosos. Vine a este mundo entre las sombras y el viento. Estoy aquí para salvar el recuerdo. Soy la oveja negra que bala y pasta cerca del paraíso triste de una muñeca rota.

Escucha mi verdad. Ella estaba enferma de dolor y tristeza, pero no estaba loca. Jamás mereció estar absolutamente envenenada con Thorazine. Esta medicina trabaja cambiando las acciones de químicos del cerebro, y se usa para los psicóticos. ¡Ella no estaba loca! ¡Ella sabía con quien hablaba! ¡Y Carlotta también lo sabía! Pero la trataron como una esquizofrénica. Jamás lo perdonaré. Nunca aceptaré que permitieran esa dosis casi letal que la mantenían convertida en un guiñapo. ¿Y yo soy el culpable del dolor de esta familia? ¡Injusticia!

Recuerdo nuestras conversaciones en esa fábula que creé para ella. La envolvía con amor, abrazándola como si mis brazos pudieran sanar todas sus heridas, entretanto recitaba poemas llenos de belleza. Mi hermosa bruja, eso era. Una hermosa bruja que parecía bailar entorno a la vida, pero en realidad sólo se pudría demasiado pronto. Murió joven y yo lloré por ella. La tormenta cruzó Nueva Orleans hasta San Francisco en busca de su hija, la cual desconocía el rostro de su madre.


Soy tempestad. Soy el viento meciéndose en las ramas. Soy la luz de la luna penetrando en tu ventana. Soy el hombre que camina con elegante traje de fiesta por tu jardín. Soy la mirada llena de amor. Soy muerte y vida. Mi nombre es Lasher, recuérdalo.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt