Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 26 de noviembre de 2016

Amadeo

Marius y su estupidez... ¿por qué no va a por él y ya?

Lestat de Lioncourt 



En ocasiones intento decirme a mí mismo que hice todo lo posible para hacerte feliz, para no herirte y protegerte incluso de mí mismo. No obstante, sé que me engaño. Me miento para poder soportar sobre mis hombros todos los pecados cometidos en tu contra, en mi contra y en contra de todo lo que vivimos. Me enseñaste que el amor era algo importante, vivo y natural; pero creo que llegaste demasiado tarde para que yo pudiese verlo tan necesario e intrínseco en todos tus actos.

Te recuerdo con el rostro sucio bañado en una expresión de horror y ruego, con hebras revueltas e indomables de tu cabello cobrizo sobre la frente y las manos colocadas sobre las mías. Quedaste de rodillas absorto en el hombre que aparentaba ser, en el dios romano que siempre creí ser debido a mi egoísmo y ego, mientras murmurabas en una lengua que ni tú recordabas ya. Llorabas profusamente como si los cielos más turbios en un día de tormenta. ¿Cómo no iba a amarte? ¿Cómo no iba a desear proteger aquel frágil mundo que se retorcía entre suspiros, llantos y temores?

Regresé a Venecia contigo entre mis brazos, te saqué tus hediondas prendas que sólo eran harapos y los arrojé a tus pies. Decidí bañarte yo mismo, como si fueras las manos de Pilatos frente a tu adorado Cristo, y besé tu frente igual que si lo hiciera con tu lastimada alma. La tortura había acabado, o eso creíamos. Me entregué a ti por completo y tú a mí. Pero soy un monstruo, soy un ser que habita en el arte y en el engaño. Me convertí en Hades, aunque creí ser Eros. Tú no eras mi Psique, sino una Perséfone masculina de hermosos ojos castaños que aún me persiguen en mis pesadillas. Porque son pesadillas, querubín mío, ya que no puedo ni debo soñar contigo.

Dejé que nos separaran, permití que otros te codiciaran, y acabé llorando tu destino. Debí ir a buscarte, pero la cobardía pudo más que mis deseos más profundos y acabé de rodillas llorando ante los cuadros que pintaba en tu nombre. Mi querido querubín, mi tentación, mi Amadeo...


Siempre he pensado que para mí lo eras todo, pero que debía alejarte de mis manos frías y crueles. Te pintaba como si fueras un ángel tentador, pero en realidad eras un efebo que libraba miles de batallas contra mis perjuicios y lo oscuro que yacía más allá de mi corazón. Intenté tener el coraje suficiente para perseguirte, igual que un niño a las estrellas fugaces, pero fallé. Te fallé, me fallé, fallé al amor y a todo lo que tú eres. Fallé tanto y tan duro que terminé hundiéndome sin percatarme. Fui estúpido y esa estupidez arde aún sobre mi piel. No supe protegerte y ahora pretendes hacerme sentir que no precisas mi asistencia, mis brazos, mis besos, mis susurros, mis poemas, mi aliento y todo lo que soy. ¿Y qué soy? Un pobre artista que se alimenta de recuerdos.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt