Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 3 de diciembre de 2016

Crónica de una venganza: Sangre y Oro

David fue quien escribió las memorias de Marius... pero no el culpable que estas sean así.

Lestat de Lioncourt


Había sido invitado a una reunión en el nuevo hogar de Marius, el cual estaba establecido en una región gélida, casi sin vida, donde la mayoría del mundo consciente jamás pasaría más de unas horas alrededor de un manto de hielo y nieve. Había ordenado construir un fortín donde sus bellas obras se guardaban en perfectas condiciones evitando ese clima tan frío, húmedo e insoportable. La vivienda ya existía cuando Akasha atacó, pero tuvo que ser reformada tras el ataque al lugar donde él había diseñado un bunker para resguardar a ambos Padres Inmortales.

Me desplacé hasta allí junto con Maharet. Ella debía reunirse a petición de Marius porque creía conveniente un juicio rápido e íntimo a Santino, el cual se había personado voluntariamente junto con Armand y Pandora. Ambos tenían un conflicto de siglos a sus espaldas, pero habían colaborado en los últimos años para ocultar pruebas de nuestra existencia. La colaboración más evidente vino cuando Armand intentó suicidarse. Santino siempre amó al querubín que en su día el demonio que pintaba ángeles, ese que fue su enemigo en aquella época de esplendor veneciano, y esto no lo toleraba el genio. Como tampoco aceptaba que Pandora fuese amiga de un engendro que decidió quemar sus obras, sus pupilos, su rostro y todo lo que tenía por una rencilla con su secta.

No obstante una noche, antes del juicio, él decidió contar su vida a Thorne. Thorne era un vikingo al que le fue concedida la inmortalidad por parte de Maharet, la cual se llevó una sorpresa mayúscula al verlo entrar en la sala y ejecutar a Santino. Sí, esa famosa escena. Yo estaba en el salón con Daniel Molloy. El periodista se encontraba sumido en la locura y Marius decidió cuidarlo ofreciéndole a su mente un trabajo minucioso y creativo.

Recuerdo los gritos provenientes de Santino, llenos de horror, así como el sollozo amargo de Maharet o Armand. Marius había cometido una fechoría al inducir a Thorne en un odio visrceal hacia un vampiro que sólo se defendió de un ataque a su religión, a sí mismo y a todo lo que creía. Marius no fue un santo, tampoco lo era ahora. Durante siglos cazó a otros vampiros para destruirlos porque su fe le parecía infecta e indigna. Everard Landen, que hasta esa fecha se daba por desaparecido, y Santino atacaron el palacio de Venecia... ¿pero cuántos vampiros mató Marius? Además, ellos quisieron conversar primero con este. Las rencillas entre opuestos, entre seres egoístas y viscerales, siempre acaban mal.



No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt