Este chico era diferente a todo... desde siempre.
Lestat de Lioncourt
Nunca me sentí del todo solo. Siempre
hubo alguien a mi alrededor. Aunque no puedo catalogarlo como alguien
pese a conocer el cruel destino que tuvo desde su nacimiento. Creo
que en mi interior, en el fondo de mi corazón, sabía que ese
fantasma, tan parecido y a la vez diferente a mí, tenía que ver con
mi historia y no con la vivienda en sí. Nadie recordaba a ningún
familiar con mi aspecto, ni otras muertes rondando la vivienda. Al
menos, eso decían. Todo falso, por supuesto. Tan falso como ser hijo
único, tener problemas mentales y de comportamiento, así como vivir
aislado por mi propio bien. Igual de falso que creer que mis abuelos
eran mis padres, porque así fue hasta que cuando contaba alrededor
de cinco años la verdad, cruel y detestable, se impuso frente a mí
explicándome que aquella mujer, la que creía mi hermana, que
usualmente me despreciaba y siempre estaba alcoholizada, pues parecía
que eso era lo único que sabía hacer además de cantar, era mi
madre.
Pero como he dicho... jamás me sentí
verdaderamente solo. Ahora es distinto. Él se ha ido para siempre.
Puedo decirlo. Es un hecho que Goblin, mi hermano Garwain, no va a
regresar. Sus restos, los escasos huesos que quedan, no sé como
calificarlos. Observo su pequeño cráneo en la hoguera, donde
Merrick decidió morir para salvarme y salvarlo, y nada más pienso
que podría haber sido yo. En aquel vientre cualquiera de los dos, en
una lucha básica y natural, me impuse siendo el más fuerte. Él
sólo vio la luz del hospital, las lámparas palpitantes que yacían
sobre las incubadoras y las lágrimas de mi madre. Ella sí lo amó y
lo lloró, y por el mismo motivo a mí me condenó.
Desde hace algunos meses visito con
frecuencia el panteón familiar. Sigo pudiendo ponerme en contacto
con los fantasmas de la vivienda. No he vuelto a ver a Rebeca, pero
sí a Virginia que parece haber entrado en calma. La veo pasear cerca
de su propio cuadro, para luego girar su rostro hacia el de su
esposo. Añora a Manfred, pues quizá ni siquiera sabe que él está
vivo. No obstante, desconozco si es un fantasma que puede pensar o
sólo es un reflejo de la mujer que una vez fue. He conocido todo
tipo de fantasmas. Incluso he conversado con una taza de chocolate y
galletas frente al más importante después de Goblin. El tío Julien
Mayfair todavía retumba en mis recuerdos. Se ha convertido en mi
mayor adversario. Cuando visito la tumba de mi hermano, así como la
del resto de la familia, puedo sentirlo.
Puedo decir que no me siento solo, pero
no es la misma situación ni sensación. Tal vez hice mal en pedir a
Merrick que calmara a mi hermano hasta hacerlo desaparecer, sin
embargo vivir con él era incompatible. Él mató a tía Queen,
aunque sé que lo hizo debido a que siempre negó su existencia.
Comprendo demasiadas cosas tras el calor del momento. Tantas cosas
que siento pena por la historia de un hermano que sólo deseó vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario