Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

martes, 28 de febrero de 2017

Mardi Gras

Ryan Mayfair es un hombre recto y aún así también sufrido, sensible y honesto. Desearía que leyerais esto.

Lestat de Lioncourt


Martes de Carnaval... martes de perdición y crespones negros en mi corazón. Eso es todo. Han pasado algunos años, incluso más de una década, y revivo cada carnaval el mismo calvario. No importa realmente el tiempo que haga que se fue, como si no importase nada, sino lo que dejó atrás. Dejó un corazón roto, una incógnita, un hijo desecho y una familia hundiéndose en el fango. Murió a manos de un monstruo mientras todos intentaban atrapar collares de perlas de plástico con diferentes colores.

Me marcho a la casa en la playa, lejos de una ciudad llena también de recuerdos, para sentir la arena bajo mis pies y observar como las olas vienen y van. Pienso que está todavía ahí. Ella recorre esas arenas perfectas observando el horizonte, llenando sus pulmones de sal y dejando que sus cabellos los agite la brisa. Puedo incluso verla. Con esa blusa blanca, algo ancha, y unos jeans ligeramente ajustados. Amaba su sonrisa, aunque en los últimos años parecía forzada. Gifford tenía cuarenta y seis años y me dio gran parte de su vida, más de treinta años, con la firme intención de ser feliz y hacerme feliz.

En ocasiones me pregunto cómo se sentiría al saber que Alicia, su hermana, también murió aguardando salvarse en un hospital. Igual que murió su marido, pero este fue por la bebida. Ambos fueron presas de sus malos actos, aunque Alicia tuvo el mismo verdugo que Gifford. Las hijas de Laura Lee, nietas de Evelyn Mayfair, les fue tan mal como a la pobre Stella Mayfair. Muertas jóvenes, con grandes sueños y personas que las amaban.

Antes no creía en fantasmas. Era el hombre más recto de la familia. Jamás pensé que pudiese creer en criaturas extrañas, como lo son los Taltos, y los espíritus, como es el de mi propio ascendiente llamado Julien. Tío Julien recorre aún First Street con la elegancia que le corresponde. He podido ver en sus ojos un mar de penas que me engulle, aunque luego sonríe y parece estar en paz. Quiero creer que ella está en paz. Deseo pensar que algún día aparecerá por esta playa antes que yo cometa una locura. Llevo años soportando un dolor terrible y estoy vivo es porque deseo ver los nietos que me dará Pierce, nuestro hijo. Se casó hace unos años y aún no he tenido la suerte de cargar un bebé. También me ata Mona. Quiero volver a verla. Dicen que volvería, pero a la vez sé que me mintieron. Ella no regresará.


La vida parece un mal sueño con música de fiesta, de fiesta de carnaval donde el dios Momo se burla de mi desgracia.   

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt