Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 11 de febrero de 2017

Mi verdad

Seth es un encanto... ¿lo sabían?

Lestat de Lioncourt 

Ella siempre se encontraba furibunda y vacía debido a una poderosa insatisfacción. Se movía por la habitación como una pantera y rugía sus caprichos. Todos vivíamos en una jaula de oro llena de tesoros, pero con una Diosa espantosa como Madre. Nos arrodillábamos ante ella, suplicábamos perdón y teníamos que aceptar sus leyes infames como perfectas.

Había regresado al hogar sin ninguna intención de quedarme. Me habían contado de la muerte de mi abuela, la cual apenas conocí. Ella estaba en una de esas tumbas maravillosas que ahora tanto dan de que hablar. Si no recuerdo mal, ya que a veces la memoria me falla, fue vendida su momia hace más de un siglo. Fue parte de un macabro juego en el cual arrancaban a los muertos de sus tumbas, los desenvolvían y buscaban los objetos de valor, que a veces sólo eran pequeñas estatuillas, entre vendas. Ella y mis hermanas habían desaparecido. Una de mis hermanas murió siendo una niña debido a unas fiebres, otra tuvo un accidente y las demás diversas enfermedades, partos y problemas que podrían ser debido a fallos en el corazón, ya que apenas sabíamos de ello en aquellos tiempos, las borraron. Era su única familia y el único varón. Regresé al hogar forzado.

Había estado por lo que conocemos hoy como Turquía y Siria. Curaba enfermos o los ayudaba a morir dignamente. Era un sanador. Mis manos principescas preferían tocar la pus a tocar un cetro que me hiciese guía de un pueblo en la oscuridad. Veía dolor a diario, pero también esperanza, felicidad y amor. Me encontraba siendo amado, respetado y necesitado. Tenía mi hogar y mi lugar en el mundo. Incluso a veces coqueteaba con algún joven o mujer que se acercaba hasta mi pequeña consulta. Pero ella tuvo que intervenir.

Llegó su guardia real en barco, bajó en la costa cercana al pueblo marítimo donde vivía aquellos meses, y me llevó mar adentro para luego viajar hasta palacio. Nada más arribar a las costas oscuras de Kemet me eché a llorar. Sabía que ella impondría sus creencias. Ya había escuchado sobre sus horrores, así que no esperaba una madre amorosa. Iba en busca de un monstruo.

Tras mi ceremonia de iniciación, la que ella se empeñó de darme con toda la pompa, y de convertirme así en otra clase de hijo: me fugué. Sí, me fugué. No podía soportar ser un no-muerto a su lado. Mi nueva condición provocó que trabajara de noche, pero no dejé de ayudar o invertir en buenos médicos para que salvaran a las clases más desfavorecidas.

Después de milenios fugado supe que regresó. Había estado en silencio milenios. Escuché muchas historias sobre un romano que la veneraba y cuidaba, pero muchos creían que sólo eran cuentos de vieja. No era ningún cuento. Ese romano era Marius, un historiador y pintor introducido en la Sangre poco después de la muerte de Cristo. ¡Y la despertó un vampiro joven que había sido discípulo de Marius tan sólo unas noches! Maldito imbécil... Aunque ella acabó muerta y yo me sentí liberado. Ese mismo año, durante ese mismo mes, me atreví a convertir a mi primer vampiro y compañero. Si bien, Amel rompería también sus votos de silencio y sería Lestat, ese intrépido vampiro, quien nos salvara.

Fareed y yo estamos tratando a vampiros codo con codo, con un equipo de inmortales, y tenemos una pequeña familia. Una familia que ahora se siente dichosa de participar en una enorme tribu. Me siento liberado. A veces tenemos la visita de Lestat junto a Viktor, su hijo fruto de los experimentos de mi compañero.



Ah... mi nombre es Seth.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt