Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

sábado, 6 de mayo de 2017

Jesse

Jesse y Mael... las familias no siempre se construyen por la sangre.

Lestat de Lioncourt

—Te doy una moneda por tus pensamientos—comenté antes de sentarme a su lado.

Hacía más de diez años que nos conocíamos. Para mí era alguien muy especial. Todos tenemos momentos buenos y malos, pero pocas veces compartimos ambos a la vez con quienes amamos. Ella era muy reservada y lo noté desde el principio. No obstante, siempre me preocupé por su bienestar. Era como el padre que no pudo disfrutar al quedar huérfana cuando era una adolescente.

—Sería muy fácil para ti revolver en ellos—respondió tras una fresca risotada.

—¿Qué haces aquí?—pregunté sentándome a su lado en el alfeizar de la ventana.

Había regresado a su viejo apartamento en Londres. Hacía años que ya no vivía allí. Incluso lo había abandonado por formar parte de Talamasca. Sin embargo, se coló en el edificio y se sentó en aquella vieja ventana para contemplar la ciudad desde otro punto de vista. Un punto de vista más mágico y sensible.

—Deseaba venir aquí antes de volver con Maharet. Quería despedirme de mis orígenes en la ciudad, pues teniendo en cuenta todo lo que hemos vivido no debería volver más por aquí. Si lo he hecho ha sido por nostalgia, pero ya no hay lugar para mí en Gran Bretaña—se encogió de hombros y terminó cruzándose de brazos.

Llevaba un jersey rojo como sus cabellos, como los cabellos de su antepasada Maharet. De hecho, estaba tejido con el pelo de la mujer que tanto admirábamos, queríamos y cuidábamos a nuestro modo. Los ojos verdes de Jesse se movían inquietos por los tejados y buscaba viejas referencias que una vez tuvo como familiares, pero ahora parecían ajenas.

—Es bonito—dije aquello con referencia a sus pensamientos, a su adiós. Un adiós enorme en un silencio que lo hacía empequeñecerse.

—¿Y tú? No me digas que pasabas por aquí—contestó echándose a reír.

—Vine a buscarte—respondí girando mi rostro hacia el suyo. Nos miramos cómplices y sonreímos.


Realmente extraño eso de ella. Extraño esa sonrisa. Si volviese a dar señales de vida sería para volver a verla y regresar a esos momentos cómplices. Pobre Jesse, seguro que ahora está intentando ser más fuerte que nunca. Ojalá lo logre pronto y no tenga que vivir durante años con el dolor de la herida abierta.  

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt