Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

domingo, 20 de agosto de 2017

Personal Jesus

Hacía tiempo que no aparecía personalmente en el despacho de abogados donde mi nueva identidad, una de tantas, poseía ciertos asuntos vinculados a empresas, inversiones y numerosos trámites burocráticos que aún a día de hoy me son necesarios. Subí a la planta pertinente y entré por el angosto pasillo. Todo estaba a oscuras.

No entendía cómo me había llegado aquel e-mail tan extraño notificándome que debía acudir necesariamente esa noche. Mis escoltas estaban fuera, pues les había pedido que me dejasen cierta autonomía. Detestaba ser el “Príncipe de los Vampiros” por ese motivo, aunque no era el principal. Demasiada responsabilidad, la cual delegaba casi siempre en Marius o en los miembros más destacados del Consejo que había formado para no reinar de forma absolutista. Siempre he odiado las monarquías y he abrazado la democracia, ¿cómo iba a aceptar algo así? En fin. Estaba allí sin ellos y me extrañaba que nadie se hallase en el recinto.

Repentinamente una vieja canción de rock comenzó a sonar “Personal Jesus” de Depeche Mode. Sonaba a un nivel algo elevado y provenía del despacho principal. No sentía el olor habitual de la sangre, no había sangre. No sangre humana. Pero había alguien o algo tras la puerta. Pude ver un hilo de luz surgir del despacho y alguien que se movía intranquilo en su interior.

«Feeling unknown and you're all alone. Flesh and bone by the telephone. Lift up the receiver, I'll make you a believer.»

Me detuve entre las numerosas mesas apelotonadas a ambos lados, como los bancos de una iglesia camino al altar, comprobé que los ordenadores comenzaron a encenderse fila por fila y las impresoras se conectaron solas imprimiendo un repetitivo mensaje. Los folios caían sin que nadie los recogiera y al mirar hacia abajo, justo a mis botas, pude mi nombre escrito adjunto a mi título: Príncipe Lestat de Lioncourt, Príncipe de los Vampiros.

«Take second best. Put me to the test. Things on your chest. You need to confess. I will deliver. You know I'm a forgiver.»

—Memnoch. Lestat, vayámonos—susurró inquieto Amel—. ¡Vayámonos!


Rápidamente huí hacia la salida, pero esta se cerró y tuve que hacer acopio de todas mis fuerzas para abrir. Una vez en el pasillo decidí que no tomaría el ascensor. Agarré impulso y crucé la cristalera, rompiéndola en mil pedazos, para salir volando del edificio y aterrizar a una manzana. Mis escoltas en el Jeep arrancaron sintiéndose confusos por lo ocurrido, pero cuando me monté arañado, empapado en sudor y con los ojos desorbitados no preguntaron. Ellos sólo aceleraron por la avenida.  


Lestat de Lioncourt 

No hay comentarios:

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt