Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

miércoles, 12 de agosto de 2009

Dark City - Sindrome de Peter Pan - Capítulo 8 (parte XII)


Los chicos se habían apartado y todos los fans de la literatura, y por supuesto de Wilde, estaban siendo atendidos uno por uno. Se dejaba tomar fotos, firmaba los libros y también los posters que a veces se regalaba en las ediciones de lujo. Era la portada de la saga en cuestión, dibujos muy elaborados que según él los realizaba un joven desconocido para el público. Y realmente era desconocido, únicamente aparecía su rúbrica en una esquina y tan sólo era un apodo.

Durante horas le acompañé sin inmutarme. Ellas y ellos me observaban de forma rápida, mis manos finas jugueteaba con una estilográfica que tenía de repuesto. Mis uñas negras y mi aspecto era totalmente distinto a lo que acostumbraban. Hacía mucho que no fumaba, pero prendí un cigarrillo. Los nervios de la boda me carcomían por dentro, también despedirme de Uta y de su sueño de una vida juntos. Mientras, calaba el cigarrillo y me hundía en mis pensamientos, tomé uno de los folios blancos y empecé a garabatear algunas líneas.

“En medio de la playa
Con los pies desnudos y el sol muriendo
En medio de la divisoria raya
Donde está la realidad y la fantasía
Me encuentro de brazos cruzados debatiendo
Con la nostalgia y mis lágrimas frías

Secuestrado en el dolor que atenazante
El dolor que domina mi corazón
Tú mi bello ser, mi amante
No sé como decirte adiós
Y el sentido de esta vacía sinrazón
Que fue elección propia o impulsada por algún dios

Susurra sueños a las estrellas
Susurra fantasías a la almohada
Deja que el pasado deje sus huellas
Y que se las lleve un día de marejada

En medio de la playa
Con los brazos en alto clamando paz
En medio de la arena
Abrazándome y rogando poseer fuerzas una vez más
Nunca deseé que llegara el momento
En que mi redención llegara
Pero estoy mirando este firmamento
Y noto como se van abriendo nuestras yagas

Adiós, con los ojos vendados, te digo firmemente
Dejo que el aire trasporte mis palabras
Pues no consigo mantenerme fríamente
Porque tú eres mi debilidad, como bien sabrás
Esta es la carta de un maldito ególatra
Que jamás te quiso dejar escapar

Susurra sueños a las estrellas
Susurra fantasías a la almohada
Deja que el pasado deje sus huellas
Y que se las lleve un día de marejada

Oh… vuela libre…
Corté los hilos rojos de nuestro destino…
Oh… vuela libre…
Hice que crecieran tus alas hoy mismo…
Oh… vuela libre…
Ese es el deseo que una vez escribí en una servilleta de papel…
Oh… lejos de mí…”



Para nada me di cuenta del barullo que se estaba formando en mi mesa. Todas me observaban fijamente, cada trazo y mi expresión de concentración. Deseaba dar lo mejor de mí en ese tema, aunque jamás lo tocáramos realmente. Si bien, eran mis sentimientos y cuando alcé el rostro vi como muchas se sonrojaron.

-¿Podría firmarnos el cd de su banda?-interrogó una de ellas.-Vine a por la firma de Wilde y la suya.-era rubia, rizos bien elaborados pero se notaban que era de peluquería.

-Por supuesto.-dije en un tono suave mientras meditaba interiormente sobre la letra que había compuesto.

Una por una fui dejando mi rúbrica con unas palabras de afecto. Entre todo el pelotón femenino había un joven de cabellos largos y aspecto levemente andrógino. No era asiático, pero tenía los ojos levemente rasgados y su piel era clara como la de un vampiro. Sentí escalofríos. Esa expresión de soledad de sus ojos era parecida a la que yo tenía, la que yo poseía cuando era joven y cuando caía mi máscara de frialdad. Tomé su cd y noté que él no llevaba libro. Había acudido expresamente para que yo le firmara.

-Es un honor ver como alguien hace caso a sus sueños de juventud.-murmuró.-Ojala mi padre hubiera tenido la decencia de hacer algo bueno en su vida, seguir los suyos y dejar que yo cumpliera los míos.-sonreí ante aquello.

-Son difíciles los sueños, retomarlos quiero decir, pero no son imposibles. Es aún mayor reto llegar a pisar la luna, si bien el hombre lo ha hecho.-comenté estampando mi marca en una de las hojas del cuaderno de canciones.

-Me impresionaron, el rock es mi pasión y noté como cada uno mostraban ese ímpetu.-colocó una de sus manos en la mesa. Sus uñas también estaban pintadas como las mías, sus anillos eran parecidos a los míos.

-No dejes que tus sueños se olviden, lucha por ellos.-dije mientras firmaba.

-Me llamo Ángel.-comentó señalando el lugar de la dedicatoria.

-Un placer conocerlo Ángel.-tomó su cd y sonrió levemente.

Ya no quedaba nadie en la sala, tan sólo Wilde y yo. Ese chico se alejó caminando de forma rápida dejando sonar un cascabel, llevaba una de esas cruces egipcias en un cordón negro y junto a él un collar parecido al de un gato. Sus cabellos estaban algo largos y cortados como los míos. Cuando llegó al final de la puerta de salida una chica se abalanzó sobre él, ambos se abrazaron y él acarició sus cabellos con cierta ternura. Era como verme, como ver un doble.

-¡Ahora vayamos a celebrar tu veintitrés cumpleaños!-gritó una chica con rizos que comenzó a brincar junto a otra muchacha.

-¡Sí feliz cumpleaños viejo pervertido!-añadió su chica subiéndose sobre él.

-¡No soy viejo!-respondió.

-¡Admites lo pervertido! ¡Hentai!-dijo una de ellas moviendo su cuerpo de forma algo curiosa.

-¡Eso es mi emblema! ¡Mi orgullo!-reí bajo al escuchar aquello y entonces sentí la mano de Wilde en mi hombro.

-Le invito a tomar algo, la rueda de prensa y autógrafos hizo eterna.-comentó con una sonrisa leve.

-Sí, claro.-tomé el papel y lo doblé dándome cuenta de una leve anotación.

“La libertad únicamente se consigue al desplegar las alas… si uno así lo desea” no era mi letra, bajo esta frase puede leer el nombre completo de aquel muchacho y sonreí. Jamás olvidaría ni su nombre ni sus apellidos, tampoco sus palabras.

Cuando miré de nuevo hacia la salida no había nadie, aquellos ruidosos jóvenes ya se habían esfumado. Sabía que no había sido una visión, ni una premonición y mucho menos un sueño extraño. Era real, tenía su nombre junto a su letra en mi folio.

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Gracias por su lectura

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Lestat de Lioncourt