Durante largos años he publicado varios trabajos originales, los cuales están bajo Derechos de Autor y diversas licencias en Internet, así que como es normal demandaré a todo aquel que publique algún contenido de mi blog sin mi permiso.
No sólo el contenido de las entradas es propio, sino también los laterales. Son poemas algo antiguos y desgraciadamente he tenido que tomar medidas en más de una ocasión.

Por favor, no hagan que me enfurezca y tenga que perseguirles.

Sobre el restante contenido son meros homenajes con los cuales no gano ni un céntimo. Sin embargo, también pido que no sean tomados de mi blog ya que es mi trabajo (o el de compañeros míos) para un fandom determinado (Crónicas Vampíricas y Brujas Mayfair)

Un saludo, Lestat de Lioncourt

ADVERTENCIA


Este lugar contiene novelas eróticas homosexuales y de terror psicológico, con otras de vampiros algo subidas de tono. Si no te gusta este tipo de literatura, por favor no sigas leyendo.

~La eternidad~ Según Lestat

martes, 8 de septiembre de 2009

Dark City - capitulo 9 -Días precipitados, demasiado precipitados VIII




Un añito de comunidad B-T


Imai, el asesino, hizo su aparición. Llevaba a Megumi en sus brazos, la tenía agarrada como si fuera una tenaza. Ella lloraba, el maquillaje se había corrido por sus mejillas. Notaba como mi hija se tensaba y comenzaba a llorar. Únicamente pensé en mis nietos, Hizaki me había mandado el parte de su hijo y el de ella. Estaban unidos, eran hermanos al fin y me alegré por ello. En ese momento únicamente pensé en ella, sin importarme morir o no. También en Phoenix y en mi pequeño Jun.


-Yo me opongo.-empezó a decir mientras Megumi seguía intentando zafarse de ella. El muy idiota vestía de rojo con unos zapatos extraños. Se creía don interesante, pero en realidad era don idiota. La seguridad podía haberla mermado, pero en cuanto los compañeros caídos por sus manos no dieran cuenta a los otros lo descubrirían.-Que mal educado eres Sakurai... Te casas... ¿Y no me invitas? ¡Que malo eres! Y yo que te estimo tanto.

-Déjala, la cosa es entre tú y yo.-intenté calmarme, parecía una balsa de aceite pero por dentro me revolvía. Amaury tuvo un alarde de valor, salió de su asiento y agarró a Miho metiéndola donde las bancas.

Jun lloraba, lloraba llamándome y estirando sus brazos. Lionel intentaba hacerlo callar como podía, había dejado la videocámara en el suelo. Amaury estaba preguntándose si moverse hacia Miho o qué. Cat le agarró fuerte del brazo para que no hiciera ninguna locura. Ese joven parecía conocer al tipo aquel, lo miraba con odio y cierto recelo. Eduart lloraba al igual que Jun, era como un niño pequeño a pesar de sus dieciocho años. Era un niño dulce, como mi hijo mediano. Hizaki no estaba, di gracias de no encontrarlo con un rápido vistazo. Wilde estaba sereno, como si nada pasara. El resto estaba en silencio, temblaban. Jasmine tiró de Phoenix y Kamijo los abrazaba a ambos.

-Deja que se vayan todos, la cosa es entre tú y yo. Mátame, es lo que deseas. Pero supongo que eso no te hará tener a Megumi, tampoco que tu estupidez desaparezca y mucho menos te durará la felicidad... ¿Te puedo preguntar algo?-todos me miraban fijamente.- ¿Dónde estabas tú cuando el marido de Megumi la golpeaba? ¿Dónde cuando mi hija probó los golpes de ese desgraciado? Yo desconocía todo, pero ¿y tú? ¿Y yo soy aquí el hijo de puta?-si me iba a matar, que lo hiciera con ese pensamiento en su cabeza. Di gracias que Uta no estuviera. No me movía, ni me acercaría a mi hija. Más bien me alejaba de ella por si me disparaba y fallaba.

-Kamijo suéltame.-escuché gritar a pleno pulmón a Phoenix. Jun no paraba de llorar desesperado en brazos de Lionel. Intentaba calmarlo, al igual que Kamijo intentaba calmar a mi pareja. Cuando me di cuenta estaba siendo abrazado por Phoenix, lloraba nervioso en mis brazos.-No digas estupideces Atsushi.-me recriminó con la voz baja y cargada de angustia.

-¿Qué? ¿Cómo pretendes que deje a mi acompañante sola? Sakurai, eso no es de caballeros, me sorprende que me digas eso.-dijo aferrándola más hacia él, bien pegada.- ¿Dejar que todos se vayan? Eso seria descortés, ¿qué acaso no quieres que sean testigos de tan grandiosa celebración? Eres muy egoísta y matarte...-murmuró lo último con una enorme sonrisa cínica.-Matarte seria muy sencillo.-la tomó por la cintura y ella se movía.

-¡Vete de aquí idiota!-grité lamentando de ser tan brusco, pero temía que lo mataran por una venganza absurda.-¡Kamijo!-dije y él lo tomó entre sus brazos.-¡Ni te muevas de ahí!- En ese momento disparó y falló, supe que el tiro iba hacia Phoenix. Después de eso observé a Megumi a los ojos, rogaba que no le pasara nada.

No entendía como alguien podía hacer daño de esa forma, no a mí, sino a quien amaba o decía amar. Esa no era una forma de amor, amedrentarla con un arma como si nada. Comprendí que yo había hecho daño a Yutaka, pero que jamás le apuntaría con un arma como un cobarde.

-Rayos... fallé.-creo que dijo mirando a su compañero, él se movió de su posición para agarrar bien a Megumi.-¿Dónde estaba? Ella se fue de Japón sin decirme nada, tarde más de 20 años en encontrarla y cuando la encontré, me dijo que buscará a tu princesa, cosa que hice como me lo pidió.-sabía esa historia, no tenía porqué hacerla pública.-y si no fuera por mí tú jamás, jamás sabrías que tenias una hija. Creo que me debes eso.-dijo haciendo énfasis en eso mirando las balas que aún le quedaban.

-¡Mamá!-gritó mi hija llorando, se zafó del agarre de sus amigos de Londres y de los propios brazos de Amaury.

-Mierda.-se escuchó bien alto la voz de aquel melenudo, después me miró fijamente a los ojos y algo me dijo que sentía remordimientos. Tal vez tenía algo que ver o quizás fue por no proteger a Miho.

-¡Quieta ahí princesa!-dijo Kiyoshi, o al menos creo que ese era su nombre, apuntándole con el arma y ella simplemente se detuvo, temblando, llorando y respirando un tanto más rápido.

-No te acerques Miho.-empezó a decir Megumi, tratando de tranquilizarla. Sin embargo, mi hija no parecía tranquilizarse y temía por su salud. Supe de sus ataques de pánico, de cómo dejaba de respirar y me sentía impotente. Estaba por correr hacia ella, pero únicamente la pondría en peligro.-Todo saldrá bien, tú sólo empieza a tranquilizar tu respiración...-murmuró con los ojos cubiertos de lágrimas y una sonrisa amarga en sus labios, quería que ella fuera fuerte. Yo rogaba internamente porque nada le pasara, me odiaría por lo de Yutaka pero era mi hija. Aunque me detestara y abofeteara tras enterarse de lo que pasó en aquel hotel, aunque así fuera, yo la amaba.-Por favor... Trata de tranquilizar tu respiración.

-Ahí tu respuesta.-clavó sus ojos en los míos, tan negros y llenos de odio como siempre.-Pero de haber sabido que ese carbón la maltrataba, yo mismo lo hubiera matado.-sabía que eso que decía era cierto, pero yo tuve ese maravilloso honor.-Desde el primer golpe que le diera lo hubiera hecho, así que no trates de compararte conmigo porque simplemente no puedes.-me apuntó de nuevo y yo me quedé de pie con una sonrisa ladina. Si me mataba no me importaba, mientras que mis hijos estuvieran a salvo.

Noté como Kamijo y Lionel hacían planes desde el suelo. Donde estaban no podían ser vistos y yo me eché a reír a carcajadas. Un plan era un plan, yo ayudaría que consiguieran poner a Jun a salvo.

-No, no me comparo contigo ¿cómo iba a compararme? alguien tan despreciable como tú no merece comparación alguna conmigo.-mire a mi hija y luego lo miré a él.-Si pierde a mis nietos, aunque me mates, juro volver de mi tumba para destrozarte.

Kamijo salió de donde estaba y se puso a mi lado mirándose los gemelos.

-Atsushi ¿me dejas?-preguntó.

-No, si haces algo para que este miserable muera y no en mis manos... lo pagarás.-suspiró al escuchar eso. El teatro era su mundo, el mío también cuando me emocionaba con una obra y luego en soledad repetía los diálogos.

-Pero...-chistó bajando la mirada.

-¡Pero nada demonios! ¡Llévate como sea a Phoenix!-todo eso había sido mero entretenimiento. Nuestro maravilloso teatrillo había dado frutos. El niño estaba protegido.

Cat y Eduart fueron listos, junto a Amaury, estaban en el centro de las sillas agazapados y con el bebé en sus brazos. Eduart sería un buen hermano mayor de mis nietos, sería protector y cariñoso. Ver como tranquilizó a Jun con una sola mirada me hizo sonreír a mí mientras me quedaba al frente observando todo.

-Basta Phoenix.-pude escuchar la voz suave de Jasmine susurrar aquello.

-Claro, como tú tampoco eres quien para compararte conmigo.-dijo con una sonrisa triunfante.-Gracias por llevarte al crío, ahora puedo concentrarme mejor.-me apuntó mejor sin que su mano temblara ni un ápice.-Ha sido un verdadero placer el haberte conocido. Lástima que a partir de ahora ya no tendré con quien jugar.

Fue a dispararme, apretó el gatillo y noté como daba a Megumi. Ella se había interpuesto, había logrado zafarse de él y correr por el otro lado de la sala hasta mí. Había llegado hasta donde estaba, hasta el altar, y me abrazó quedando en mis brazos. Ambos nos quedamos en shock, él y yo. Estaba dispuesto a morir, estaba convencido de ello, y ella me protegió.

-¡Vámonos Imai! ¡Estos cabrones han llamado a la policía! ¡Vámonos!-gritó su compañero tirándole del brazo, para luego huir como cobardes.

Todo fue demasiado rápido y se llevó el disparo quien menos se lo merecía. Cayó en mis brazos y yo la tomé entre ellos impotente. Manchó mi traje con su sangre mientras la recostaba en el suelo. Noté que era un disparo en el hombro, busqué su pulso y después besé su frente.

-¡Llamad a una ambulancia! ¡Rápido!-grité y el amigo de mi hija, Amaury mostró su móvil... era señal que ya lo había hecho. Seguramente él dio la alarma a la policía, ese chico tenía agallas y los nervios de acero. Después corrió hacia Miho y se abrazó a ella. Todos los chicos hicieron lo mismo. Pero yo me fijaba en ella, sino en su madre.-Megumi.-susurré.

Escuché gritos y chillidos, las damas se quitaban los zapatos de tacón para poder correr mejor y otras se caían por culpa de las alzas que llevaban. Los bolsos, carteras y también algunas joyas quedaban regadas por la alfombra que colocamos en el césped. Mi amigo, el que nos casaba, salió de detrás del altar llorando y llamando a su mujer. Todo el mundo estaba nervioso, todo el mundo estaba entrando en pánico y mi corazón comenzó a bombear demasiado rápido. Phoenix decía que todo iría bien, Jasmine le pasaba pañuelos de papel para taponar la herida y mi hija corría hacia nosotros.

-Megumi.-recordé en ese instante cuando nos conocimos, casi terminé por gritar... pero era demasiado dulce su sonrisa, su voz pidiendo disculpas por la confusión.

Mi pecho dolía, me dolía y verla de esa forma aún más. Me llevé la mano al pecho, un dolor agudo de se intensificó y caí sobre ella. Yo merecía esa bala, pero no por dejar Japón sino por el daño que había hecho a Yutaka y a todos los que me amaban. Era mi karma, no el suyo.

Amaury intentaba llevarla hacia notros, pero luego se despistó intentando calmar a Jun con Cat y Eduart. Los tres estaban con él, mi mirada iba hacia Megumi y sus ojos vidriosos. Mis lágrimas no me dejaban ver bien, el ruido de las sirenas y todos los gritos que aún retumbaban en el ambiente junto a los ladridos del perro. Terminé cayendo de rodillas junto a ella.

-Mira como son las cosas Atsushi…-susurró alzando el brazo que no estaba herido.-Ahora soy yo la que necesita que la curen...-me sonrió, mientras intentaba mantenerme tranquilo. Aunque eso era imposible, todo era imposible en ese caos. Su mano acarició mi rostro.-Quita esa cara... te saldrán unas feas arrugas.

Tras sus palabras no supe que pasó, simplemente desplomé. Ya no recuerdo nada más. No hubo luz, ni túnel, ni llamas y tampoco ángeles con hermosas túnicas. Tan sólo notaba que todo se movía, que me movían.

1 comentario:

Miho dijo...

Imaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaai!! *aplaude* Es tan jodidamente pro X]

Soy la única maniatica que lo "admira" XDDDDDD!

Admitelo o.o es un buen villano, es un buen archienemigo de Atssuhi XDDDDD!!

& Megumi T ^ T pobrecilla pero lo bueno es que se salva ^ ^ creo o.o xD!

*siente la mirada fulminante de Lestat* Ok si XD si se salva o.o

Tengo que hablar contigo o.o pero no de lo que paso cuando te fuiste, sino de otra cosa o.o

A ver si te parece buena mi propuesta ^ ^ (& no, no es indecorosa XDDDDDDDDDDDDD)


De aqui si que no se que sigue o.o en verdad xD! pero bueno, ya vere con que cosas me sorprendes ^ ^


Te amo (L)

Gracias por su lectura

Gracias por su lectura
Lestat de Lioncourt