Lucha Celta
Mael de: El Jardín Salvaje
Los tambores redoblaban intensos,
el frío se pegaba a los huesos
y las almas danzaban en jauría
para alzar las espadas que a un Dios
invocaría.
Corre por los frondosos valles,
húndete en la miseria de la oscuridad
sacude las ascuas de las fogatas
y ruega de corazón a cada Deidad.
Mírate con las manos manchadas
como si fueras culpable de todo y nada
soportando la mentira sin nombre
que asola el corazón de los hombres.
Escala las montañas más puntiagudas
y oculta tu presencia a todos
para que no sepan que estás ahí
asechando
aunque poseas las manos desnudas.
Liberar a un pueblo del invasor
sentir las llamas del fuego y su calor
rugir con el resto de guerreros
y rogando que el arquero sea certero.
Me hallarás oculto,
con las ropas raídas
y la espada en el cinto
esperando luchar por mi pueblo.
Me hallarás bravo,
corriendo hacia el enemigo
con rabia, furia y desenvainando.
¡Por la gloria Celta, hermanos!
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